Los rojillos se plantaron el pasado domingo en A Baiuca con una plantilla formada por 16 estradenses. No hay más. La bonanza económica de temporadas anteriores ha quedado totalmente enterrada para dejar el club en manos de una terna de canteranos en los que se mezcla y se iguala veteranía y juventud. Tinto terminó conformando un once en el que figuraban dos jugadores juveniles -Martín y Chan- y dos jugadores que empezaron la temporada con el filial Sporting Estrada de Segunda Autonómica -Pereiras y Adrián-. El resto, veteranos de mayor o menor edad que continúan enarbolando la bandera del club como si la opción de dejarla caer y poner pies en polvorosa no figurase dentro de su lista de posibilidades.

Llegados a este punto y con el triste panorama que asoma en el horizonte de los rojillos, la épica se postula como la única propuesta de redención posible. Quizás por ello técnico del Estradense se abrazó a ella el pasado domingo. A punto estuvo de salirle bien. Viendo sus limitadas piezas, Tinto decidió aprovechar el arenero de A Baiuca para atrincherar a sus hombres a la espera de una presa complicada, el Choco. Con la lección bien aprendida y con cuatro conceptos básicos que repetir en forma de mantra purificador, los rojillos fueron capaces de poner contra las cuerdas a un rival que pasó 45 minutos tratando de entender la situación.

Con Pereiras disfrazado de Vicente, Mateo desdoblándose en la destrucción y creación y Unai dando dolor de cabeza a los dos centrales redondelanos, el Estradense tuvo la oportunidad de dar un primer golpe que nunca llegó. Los rojillos perdonaron y un equipo en su situación no puede hacerlo.

El paso por vestuarios sirvió para airear las ideas de un Choco que dio un paso atrás para coger fuerzas. Con más espacios para correr, los redondelanos ejercieron de equipo grande ante un alocado Estradense al que el guión de una muerte anunciada se le ajustaba como un guante.

"Es el típico partido de un equipo de abajo contra uno de arriba. El resultado en la primera parte creo que fue totalmente injusto. Llegué al descanso y no tenía nada que decirle al equipo porque lo habían hecho perfecto. La segunda fue sin embargo un jarro de agua fría. Una pérdida de balón y una contra mal defendida les dio el gol", explicó Tinto.

En esta situación, el entrenador considera clave el partido que disputarán el próximo domingo en el campo del Verín, un rival que se encuentra cuatro puntos por detrás de ellos a estas alturas.