La anécdota del derbi se produjo por el retraso en el inicio de más de media hora. El motivo fue que no había colegiados para arbitrar debido a un fallo de comunicación entre los clubes y la Federación Gallega de Fútbol. Según el Estradense, se le comunicó en tiempo y forma el adelanto del partido, tanto a la federación como al Lalín. Pese a todo, la federación entendió que el choque se disputaría hoy a las 17.00 horas, por lo que no dio aviso al colegio de árbitros.

Rápidamente se pusieron en contacto con la federación, que llamó de urgencia a un trío arbitral de Santiago para que se desplazase hasta Callobre. Diego Rodríguez y sus auxiliares terminaron llegando al campo veinte minutos después de la hora fijada para el inicio del choque. Tras cambiarse y sin realizar calentamiento se decretó el comienzo, con un retraso de 35 minutos.

Esto dio a ambos equipos un largo periodo para calentar. Unos y otros combatieron el frío como pudieron. Los rojinegros apostaron por una larga sesión de trabajo sobre el césped. Los rojillos optaron por entrar al vestuarios y trasladar tazas de café caliente desde la cantina.