El Arosa se congela en A Lomba

El Arosa puso ayer en escena una versión muy pobre de sí mismo, una versión en la que apenas fue capaz de crear peligro ni por el costado ni por las bandas, manteniéndose en el encuentro gracias a un regalazo de la defensa del Barbadás, que tampoco es un equipo que destaque precisamente por su buen juego. Ayer no salió absolutamente nada y aquella comunión que llegó a haber a principio de temporada con el equipo, parece haberse roto después de la resignación con la que fue despedido del campo. La derrota mantiene abierta una herida que sigue superando y que se agrava, ya que los resultados registrados durante la jornada de este fin de semana dejan a los arlequinados fuera de los puestos de play off.

Con una plaga de lesiones en la zona central de la defensa afrontaba el Arosa un encuentro vital para sus aspiraciones, sobre todo después de ver como había quedado excluido de esa zona exclusiva el día anterior. La defensa se solucionó con Mario García y Javi Rey, lo otro, con juego. Desde el primer minuto, los arlequinados se lanzaron a por el partido, obligando a una buena intervención a Bruno Rielo apenas iniciado el encuentro. Pero poco le duró la efervescencia, lo que el Barbadás tardó en ver el punto débil arlequinado y, en una gran jugada de toda la delantera, David Conde evitó el gol de Brais en un primer remate, pero el segundo, de Fer, se fue al fondo de las mallas ante el rum-rum de la grada de A Lomba.

Nacía así un nuevo partido para los arlequinados, más exigidos si cabe por la necesidad de ganar, mientras se afianzaba la apuesta visitante de resguardarse a la espera de un fallo local durante una transición rápida. Los arlequinados comenzaron a poner cerco a la meta de Rielo, que despejó con acierto una falta de Concheiro e Iñaki Martínez envió por encima del larguero una volea. Otro disparo de Romay en el 25 rozó el gol local, que parecía resistirse, como endlos últimos meses, donde al Arosa no le salen las cosas en ataque.

Pero el día no parecía propicio para los arlequinados. Una falta innecesaria en medio campo permitió centrar al corazón del área para que rematase Nespereira totalmente solo. El balón se estrelló en el poste de la portería defendida por David Conde, y el rebote, ante la pasividad de toda la zaga local, fue a los pies de João, que puso el segundo en el marcador ante una desolada A Lomba.

Al Arosa sed le fundían las luces cada vez que se acercaba a la meta de Riveiro y cuando lo hacía, siempre elegía la opción equivocada o se encontraba con la defensa visitante. Se jugaba a lo que quería el Barbadás, que el balón apenas tocase el suelo y obligando al Arosa al recursos del juego directo. El público, que había entrado gratis gracias al día de puertas abiertas del club, mostró su disconformidad con el juego del equipo en su retirada a los vestuarios.

Perú tiró de un nueve puro como Comparada para revertir el resultado en la segunda mitad, pero el juego se volvió todavía más espeso, especialmente por parte local. El encuentro parecía controlado por el Barbadás, pero el equipo ourensano se buscó una forma de complicarse la vida. Primero en un mal despeje al corazón del área, después una serie de jugadores estorbando a su portero, y después, dejando que Hugo Villaverde la empujase sobre la línea. Era el 1-2 y el Arosa se metía en el partido casi de causalidad. El juego se embarulló, con despejes fallidos en ambas porterías que obligaron a David Conde da intervenir a un disparo de Nespereira y a Rielo por otro de Comparada.

Una bonita jugada de Hugo Villa verde, en la que se fue de varios rivales, aunque su centro no encontró rematador, espoleó a un público, el de A Lomba que, pese a la jornada de puertas abiertas estaba demasiado apagado por el resultado. En el minuto 83, el Arosa tuvo el empate en una buena jugada que finalizó con Hugo Pereira superando a la defensa con un balón por lato que dejaba a Comparada ante Rielo, pero el delantero arlequinado estrellaba el balón en el meta ourensano.

El descuento fue un constante choque del Arosa contra un muro que repelía todos los balones, pero también dejaba una mala noticia en forma de lesión de Martín Diz. El equipo fue despedido con tímidos silbidos y, sobre todo, con mucha resignación ya que en muy pocos momentos del encuentro fue capaz de demostrar que podía ser capaz de remontar el resultado adverso ante un Barbadás que y toma una bocanada de aire brutal para escapar de los puestos de descenso. El próximo duelo de los arlequinados viajan al campo del Valladares.