Triatlón - Categoría Popular

Una satisfacción por triplicado de dimensiones continentales

Los vilagarcianos Iván Vázquez, Pedro Bernárdez y Nicolás Marín acuden al Europeo

Tras meses de entrenamiento toca sufrir en un gran escenario.

Tras meses de entrenamiento toca sufrir en un gran escenario. / INAKI ABELLA DIEGUEZ

Entrenar durante semanas, meses e incluso años ofrece la posibilidad de medir la evolución en escenarios, en algunos casos, de mucha envergadura. Eso es lo que le va a suceder este fin de semana a tres miembros del Club Triatlón Vilagarcía que participarán en la categoría popular del Campeonato de Europa de triatlón que se celebra en Madrid.

Pedro Pablo Bernárdez, Iván Vázquez y Nicolás Marín Mollinedo son de esas personas que han encontrado en el triatlón una auténtica pasión. Y es que sin ese enfervorecido empeño por entrenar no se puede encontrar una explicación a no ponerse límites ni nadando, ni pedaleando ni corriendo.

Ni siquiera el hecho de asumir el coste de la competición, con pequeñas ayudas de club y patrocinadores, es un obstáculo para aprovechar una oportunidad como la de competir en Madrid. Iván Vázquez asegura que “es una experiencia que podemos hacer posible gracias a que es en Madrid. Para nosotros es una motivación grande nadar, pedalear y correr donde otros se van a jugar el Campeonato de Europa. Es una experiencia que queremos disfrutar, el resultado no es ninguna prioridad”.

Bernárdez y Vázquez con el maillot de España con el que competirán. |  // I. ABELLA

Bernárdez y Vázquez con el maillot de España con el que competirán. | // I. ABELLA / Diego Doval

En la misma línea se expresa Pedro Pablo Bernárdez quien considera que “voy con ganas de hacerlo bien. Enfrente habrá participantes de toda Europa y, sobre todo, muchos ingleses. La expectativa es intentar hacerlo bien y estar entre los 15 primeros puestos de mi grupo de edad”.

Añade también al respecto de algunas de las peculiaridades derivadas de competir en la capital de España que “vamos a tener que nadar en un lago con todo lo que ello supone. El nadar en agua dulce favorece más a los nadadores buenos por el tema de la flotabilidad, pero vamos con todas las ganas”.

Los tres triatletas no se lo pensaron demasiado a la hora de decir que sí a irse a Madrid. “Nos fuimos animando unos a otros. Somos de los que creemos que oportunidades así no se pueden dejar pasar porque formar parte de una competición así siempre es algo muy positivo para cualquiera”, apunta Iván Vázquez.

La única obligación es disfrutar de la experiencia.

La única obligación es disfrutar de la experiencia. / INAKI ABELLA DIEGUEZ

Nicolás Marín incluso quiso dejar atrás sus molestias físicas para estar en la línea de salida en el Europeo, “sé que no llego en mi mejor momento, pero la sensación de verte dentro de una competición internacional tan importante es algo muy positivo”.

Además, en los tres casos, hablan desde la experiencia que da el haber competido ya en las pruebas populares de otras grandes citas internacionales. En el caso de Iván Vázquez, ya cuenta con participaciones en los mundiales de duatlón que se celebraron en Avilés y Pontevedra. Pedro Pablo Bernárdez incluso fue segundo en su grupo de edad en un acuatlón en Bilbao y Nicolás Marín también tiene participaciones de referencia en pruebas internacionales.

Los tres triatletas en una competición anterior.

Los tres triatletas en una competición anterior. / FDV

Entre los más de 1.300 deportistas de hasta 34 nacionalidades diferentes que estarán en el Campeonato de Europa allí estarán los tres triatletas vilagarcianos. Desde la Casa de Campo, el Palacio Real o el Templo de Debod. Todos ellos serán escenarios por donde discurrirá un recorrido por el que, a continuación, seguirán sus pasos auténticas estrellas de la especialidad como Mario Mola, Antonio Serrat o Jonathan Brownlee, triple medallista olímpico, aunque con unos ritmo solo al alcance de elegidos.

Ya todo está servido en materia de preparación, ahora toca que los tres representantes del Club Triatlón Vilagarcía tengan la satisfacción de poder mostrar su mejor nivel. Un motivo que se añadiría a la garantia absoluta de sentirse parte de una competición de tanto nivel como volumen.

Al margen de medallas, que ya se verá si llegan, lo que está claro es que el zurrón de la felicidad vendrá incluso más cargado que a la ida en el viaje de vuelta.