El Calmear Rasoeiro puso el broche a su celebración del título de liga con un festín ante un Moaña que, dadas la circunstancias, visitaba O Grove como invitado. En los prolegómenos, presentación de altura de cada uno de los jugadores de la plantilla del Rasu que calentaba además con una camisetas de “campeones” en alusión a su título de liga.
No faltaron los equipos base y una foto de familia. En el descanso, alocución desde la cancha a la afición por parte presidente, técnico y capitán del equipo. Y al término del choque, acompañados por un nutrido grupo de aficionados, todos compartieron un ágape.
En lo deportivo el partido fue un choque sin apenas historia, pero con la misión para el Rasu de acabar la liga invicto en su pabellón y agradando a la afición. Desde el inicio, el equipo meco mantuvo la iniciativa, algo más ajustado en el primer cuarto de hora, para luego abrir brecha e irse al descanso siete goles arriba (16-9).
En el arranque del segundo tiempo, el partido quedaba ya finiquitado cuando la ventaja grovense alcanzaba los 13 goles (26-13), renta que aún crecería más hasta alcanzar los 16 definitivos (40-24).
En la última jornada el Rasu rendirá visita al Sanxenxo, en duelo de rivalidad comarcal. Además a los de Fabián González les resta el disputar un partido de cuartos de la copa y, de clasificar cumpliendo el pronóstico, pelear por este otro título y completar la temporada con un doblete en la categoría que, buen seguro, sería la guinda para retornar a Primera Autonómica.