Buen partido el que protagonizaron Rasu y Sanxenxo en un duelo comarcal inédito en liga. En él las individualidades del Sanxenxo sucumbieron ante el bloque de un Calmear Rasoeiro que, por un momento, estuvo en jaque en el primer tiempo. El cambio defensivo ordenado de Fabián González invirtió la dinámica en el segundo tiempo para hacer valer el bloque. Por medio, una rigurosa roja sobre el brasileño Marchette, el artillero sanxenxino en esta liga, que no hizo sino allanar el terreno.
Este Sanxenxo se fundamenta, tanto en cancha como banco, sobre el clan brasileño que sustenta el proyecto. El lateral Caio Da Silva y el extremo Rhuan Marhette eran sus pilares sobre la cancha y en los últimos diez minutos del primer tiempo emergieron para llevar al Sanxenxo a cobrar una renta de dos en el 24’ (12-14). Son dos jugadores con poderío físico, buen lanzamiento exterior, y emocionales para contagiar a la grada en cada gesto. El Rasu, contra las cuerdas en ese instante y sin dar con la manija, se resistió hasta empatar en el 29’ (16-16), pero a falta de diez segundos un gol de Caio da Silva llevó al Sanxenxo con ventaja al descanso (16-17).
El arranque del segundo tiempo resultó clave. El Rasoeiro, más mentalizado, saltó dispuesto a exprimirse en defensa, y con la directriz ordenada por Fabián González de colocar Cuenca, casi a modo de mixta, para que Caio da Silva tuviera dificultades para recibir. Así el Sanxenxo se atascó y en un abrir y cerrar de ojos encajó un 3-0 en sendos contragolpes que pusieron el 19-17. Superados, y sin ver el momento para calmar esa primera avalancha, llegó el otro momento clave: era el minuto 37, con un 22-19 en el electrónico, sobrepasado el Sanxenxo por la verticalidad rival, y en un lance Marchette golpeó a un jugador grovense en la cara cuando el brasileño se disponía a bloquear su lanzamiento. Los colegiados decretaron una roja directa que dio la puntilla al cuadro visitante, y que acabó por quitarle anímicamente del partido. Con 24-20 en el electrónico le cayeron dos minutos a Caio Da Silva, y el choque se ponía material y anímicamente del lado grovense.
En el último cuarto de hora el choque se movió con ventajas de 4 y 5 goles para el Rasu, con Noya crecido en portería, la defensa hipermotivada y un Sanxenxo entregado solo al brazo zurdo de Caio da Silva. Pero no dio para más. Si acaso, entrando en el último minuto, con un 31-29, al Sanxenxo parecía quedarle una puerta para poder intentarlo a la desesperada. Pero sus errores, apenas forzados en una segunda parte aciaga la suya, dieron al traste con ello. Sobre la bocina Rodrigo Mouco ponía el 33-20 final para rubricar una victoria justa en un duelo comarcal donde, sencillamente, el Rasu fue mejor equipo.
