El Arosa regresará esta tarde a la actividad después de casi dos semanas de descanso navideño. Los jugadores arlequinados están citados a las 16.30 horas en Vilaxoán donde, antes de salir a entrenar, pasarán un test de antígenos para descartar que alguno de ellos pueda estar afectado por COVID-19. El objetivo es preparar a conciencia el duelo contra el Bergantiños de José Luis Lemos, un derbi en el que ambos equipos se jugarán la posibilidad de mirar hacia arriba.
El equipo arlequinado también ha aprovechado el parón para ir recuperando efectivos. No en vano, el cuadro que dirige Jorge Otero arrastraba un buen número de lesionados, alguno de los cuales, como es el caso de Campillo, podrá reincorporarse al equipo si la evolución de la lesión ha sido la esperada. Más complicado lo tienen Álex Cobo y Róber, lesionados de larga duración. El meta ya ha comenzado a hacer trabajo específico pero todavía le quedan por delante varias semanas de recuperación, mientras Róber todavía deberá aguardar bastante más tiempo.
Los arlequinados están cerca de completar una primera vuelta en la que han ofrecido un buen juego, pero la falta de pegada en algunos encuentros les ha impedido tener algún punto más en su casillero. Quizás el paradigma más claro de esa situación sea el encuentro con el Langreo, donde el equipo vilagarciano lo dio todo en A Lomba, jugando uno de los mejores encuentros de la temporada, pero acabó perdiendo 1-3. Pese a esos resultados, los arlequinados se encuentran situados en una cómoda décima plaza, a cuatro puntos de los puestos de descenso y a tres de los de play off de ascenso. Los próximos encuentros pueden resultar determinantes para que los arlequinados puedan luchar por mirar hacia arriba o se queden condenados a luchar por evitar el descenso, objetivo de partida al inicio de la temporada.
