Los problemas del campo de A Lomba con el césped son crónicos desde hace años, pero siguen lastrando al Arosa sin que nadie sea capaz de ponerle coto. Los arlequinados se medirán esta tarde a la UD Llanera (17.00 horas) sobre un césped en estado lamentable, con algunas zonas en las que ha desaparecido casi por completo.

El propio Jorge Otero, técnico del Arosa, reconocía en la previa del partido que el campo “está muy mal y esta situación no nos ayuda en nada para poder desplegar el juego que queremos, pero no nos queda otra que adaptarnos”. Para Otero, un equipo como el Arosa “no se merece que el campo se encuentre en este estado, no quiero que esto se tome como una excusa, pero a nosotros esta situación no nos beneficia absolutamente nada”.

El equipo no ha entrenado en los últimos quince días sobre el césped de A Lomba para ver si consigue recuperarse, pero esta semana la imagen era pésima y parecía muy complicado de recuperar. En lo que respecta al encuentro, Otero tendrá las bajas de Piay (a causa de un virus), Róber y Álex Cobo, estos últimos tras las graves lesiones sufridas en Luanco. A estas tres bajas se suman las dudas de Ross y Diego Diz, que arrastran molestias.

El técnico arlequinado apuntaba ayer que “hemos tenido una buena semana de trabajo y llegamos al partido con ganas de seguir sumando, de refrendar las dos victorias anteriores con otra”. No será sencillo, la UD Llanera, explica Otero, es un equipo “al que le gusta replegar y trata de salir rápido a la contra, además de manejar muy bien el balón parado, con gente de mucha envergadura”. Una de las claves del partido estará en “impedir que desarrollen sus virtudes e imponer nuestro juego y que el partido vaya por donde nosotros queremos”.

Del rival también destaca individualidades como las de Omar o Matías, “jugadores rápidos y dinámicos que se quedan descolgados y buscan transiciones rápidas, mientras el equipo acumula gente en su línea defensiva y no resulta nada fácil crearles una ocasión”.

En la convocatoria se encuentra, pro primera vez, Pablo Porrúa, uno de los fichajes de esta temporada. El joven delantero tuvo que hacer frente a una sanción de dos encuentros y todavía no ha podido debutar con el primer equipo arlequinado. Porrúa reconoce que “tengo muchas ganas de jugar porque llegue tarde en pretemporada a causa de un confinamiento”. El joven se ha adaptado bien al vestuario y espera que A Lomba se pueda convertir “en un auténtico fortín del que sacar el máximo de puntos posible”. En lo que respecta al rival, Porrúa apunta que “le hemos visto algunos partidos y apunta a un rival aguerrido, que sabe perfectamente a lo que juega; tenemos que tener cuidado con las transiciones y asumir que nos vamos a encontrar un duelo competido y agresivo, que se va a resolver en los pequeños detalles”.

Una victoria muy cara en Luanco


El técnico arlequinado se lamentaba ayer de lo sucedido en Luanco, donde el buen sabor de boca que dejó la victoria ante el Marino se truncó con la gravedad de las lesiones sufridas por Álex Cobo y Róber. “”la verdad es que el otro día fue una victoria muy cara, porque se trata de dos lesiones muy importantes, no nos queda otra que seguir y esperar que los dos jugadores se puedan recuperar cuanto antes”. De esa misma opinión es el delantero Porrúa que ayer no dudaba en lamentar este tipo de lesiones que “son lo peor del fútbol, es algo que nos ha fastidiado mucho porque son dos pesos pesados del vestuario, son bajas muy sensibles y esperamos que se recuperen cuanto antes”. El equipo arlequinado está concienciado en conseguir una victoria, no solo por la importancia de seguir sumando en una categoría tan complicada como la 2ª RFEF, sino para poder dedicársela a sus dos compañeros lesionados de gravedad. Los dos jugadores ya han comenzado con el proceso de recuperación que, sobre todo, va a ser muy lento. El meta catalán sufre una rotura del menisco externo y, aunque no tiene afectados los ligamentos, la intención del club es que se someta a cirugía en los próximos días. En el caso de Róber, resulta más complicada la situación. El delantero sufre una rotura del ligamento cruzado anterior y su período de baja será de unos seis meses, además de que también deberá pasar por el quirófano en las próximas semanas.