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Diego Doval
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Noé Parga
El Arosa celebró un día grande de su historia en A Lomba. El ascenso a 2ª RFEF, algo que no se producía desde hacía 28 años, generó una explosión de felicidad. La comunión entre afición y equipo deja imágenes para la historia de la ciudad y de un club arlequinado que puso el perfecto colofón a su 75º aniversario.
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El Arosa celebró un día grande de su historia en A Lomba. El ascenso a 2ª RFEF, algo que no se producía desde hacía 28 años, generó una explosión de felicidad. La comunión entre afición y equipo deja imágenes para la historia de la ciudad y de un club arlequinado que puso el perfecto colofón a su 75º aniversario.
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