Salvó su match-ball por la liga el Bodegas Aquitania Asmubal al imponerse al Novás en un partido igualado cuya resolución quedó abocada a los últimos tres minutos. Y en A Coruña, que era la cancha con el título en juego, el Culleredo hacía lo propio contra el Artai (26-21) apartándolo del triple empate del liderato, que comparten ahora meañeses y coruñeses.

A falta de una jornada, que será la decisiva y que se jugará el sábado 24, el título de liga ofrece opciones aún para los tres. El único que depende de sí es el Asmubal, que visita a un Artai que es rival directo. En el envite, a los meañeses sólo les vale ganar. Si tropiezan, el título pasaría a manos de Culleredo, si éste vence en Porriño, cancha asequible ante un local que no se juega nada. De los tres es el Artai es quien tiene las opciones más reducidas: precisaría de ganar por 5 o más goles al Asmubal (por el average) y que el Culleredo cayera en Porriño.

Ante el Novás, el Asmubal sufrió lo suyo. Se evidenció que el equipo da síntomas de llegar con la gasolina justa a este final. Atrás ha quedado su explosividad, con ataques vertiginosos que decidían a las primeras de cambio encarando con soltura en el uno contra uno.

En el primer cuarto se sucedieron empates y alternancia de ventajas mínimas. Un parcial de 6-0 abrió una primera brecha local (12-7), pero el Novás la neutralizó al descanso (14-14).

En el arranque del segundo tiempo, los verdinegros abrieron la segunda, merced a un parcial de 5-1 de salida que llevó el electrónico a 19-15 subiendo una máxima de 5, la última en el 15 con gol de Nacho (24-19). Una ligera relajación con precipitaciones en ataque se tradujo en varios errores que dieron alas al Novás para poner las tablas (25-25), y que dejaba el partido abocado a un final de infarto.

Y en él, tras tiempo muerto de Garrido, emergió la figura de Felipe Lorenzo, el debutante ex de Asobal, que desatascó el ataque meañés con dos goles decisivos para llevar el 26-26 a un 28-26, al filo del último minuto, sirviendo así la victoria meañesa que rubricó Gehrhardt (29-26).

Lo mejor para los verdinegros fue que todos sumaron en la anotación y que la llegada de Felipe Lorenzo, aunque algo nervioso en los minutos del debut en la primera parte, salió fortalecida tras decidir con su brazo en el momento más apurado. Otro buen síntoma que añadir a una trayectoria que invita al optimismo de cara al desenlace de la competición.