El Asmubal cayó en Gijón (25-24) en un partido en el que, pese a acudir mermado físicamente y con sus dos mejores artilleras tocadas (Miniño y Fjardo), pelearon hasta morir en la orilla. A esa dignidad no le acompañó ni la fortuna cuando el final apretado. De las meañesas tocadas, Laura Miniño, aún renqueando, materializó, aí es nada, 9 dianas, mientras Fajardo con una rodilla sobrecargada, la acompañó con 5. Y, añadido, también les lastró un arbitraje que, a lo largo del choque, en los momentos decisivos se inclinaba más del lado del grande en esas pequeñas cosas.

Amén de lamentarlo, Juan Costas valoraba el partido: “nos vamos con un sabor agridulce -afirmaba desde Gijón-, y la sensación de haber podido lograr más cosas si no viajáramos tan mermadas. Ahora sólo toca pasar página, pensar cuanto antes en el trabajo semanal para preparar los próximo envites, sólo cabe mirar hacia adelante”.

En el partido, el Gijón arrancó con una defensa 5-1 que parecía trabar de salida a las meañesas, y que no materializaron su primer gol hasta el minuto, 4 merced a una contra que culminó con acierto Lorena Barreiro. Ese 2-1 que reflejaba entonces marcador anunciaba que aquel iba a ser un choque llamado a imponerse las defensas. De hecho, el 6-0 de la zaga verdinegra, fuerte en el centro y con sus laterales saliendo a flotar a sus homólogas rivales, mantuvo siempre su empaque.

Conforme le tomó el pulso al partido, el Asmubal reaccionó con un 0-5 de parcial que le llevaba el 7-4 del minuto 15 a tomar la delantera un 7-9 en el 19, co dos últimos goles de Laura Miniño. Esa renta la mantenían aún en el 24 ( 9-11), para irse a descanso cayendo por la mínima (12-11).

La segunda parte, aun manteniendo la iniciativa las gijonesas, estuvo presidida por la igualdad. El 3-2-1 defensivo de las locales que implementaron las asturianas, se atragantó por un instante a las de Costas cediendo una desventaja de 3 (19-16 en el 41). Pero al poco lo digirieron para atreverse a encarar en el uno contra uno y, cuando no, encontrar la vía hacia Fajardo en el pivote. Así las cosas, las meañesas se pusieron a tiro del empate en varias ocasiones, tras goles de Sabela en el 48 (22-21), Fajardo tras recibir en los 6 metros en el 56 (24-23), y Laura Miniño en el 57 subiendo el ya 25-24. Los tres últimos minutos fueron de infarto, con protagonismo para las defensas. A falta de minuto y medio, tiempo muerto de Costas para diseñar la acción para el empate, destinada de partida a Fajardo para recibir en el pivote. Frustrada al cerrarse la zaga gijonesa sobre ella, las meañesas circularon rápido para hacer llegar el pelota al flanco izquierdo que quedara más descubierto, y por donde Lorena Barreiro penetró en una acción franca, pero su lanzamiento desde los seis metros se encontró con la buena mano do Zoe en portería. Con el retrogusto amargo castigando la mente, afrontaron la última defensa, aún sin ir a la desesperada. Al filo del pasivo las gijonesas incurrieron en una falta en ataque, dejando un hilo de 19 segundos a las meañesas para el empate, pero las asturianas pararon la acción con dos faltas consecutivas dejando la última con reloj a cero. Lo intentó Miniño desde 9 metros, pero su lanzamiento lo punteó la barrera para dejar muerta la pelota a manos de la portera asturiana. La derrota y la victoria del Camargo anclan más a las meañesas a esa antepenúltima plaza.