El Asmubal “bunkeriza” Coirón

Ante la actual situación el Asmubal persigue, amén de la permanencia en categoría nacional, la lucha contra el COVID en su pabellón de Coirón, yendo incluso más allá de los protocolos estandarizados. Para ello han añadido una máquina higienizadora en su alineación a la hora de saltar a la cancha.

Es el descanso el momento en que un directivo se afana en la labor de pulverización para desinfección de banquillos y porterías, dado el correspondiente intercambio de inquilinos en la segunda parte. Pero no solo se queda ahí, sino que la tarea se extiende acto seguido a la mesa de cronometraje, tarjetas verdes de tiempo muerto que manipulan entrenadores y cronometradores, equipos informáticos, mando del marcador electrónico, fichas y documentación diversa en papel.

El equipo está dotado de depósito compresor, botella para líquido y pistola pulverizadora, que permite microatomizar con partículas en micras la solución empleada, conformada entre un 85% y un 90% de base alcohólica, idónea para acometer grandes espacios en poco tiempo. Con ello se genera una niebla que, en apenas 30 segundos, elimina bacterias y virus, cuando otros procesos requieren hasta 10 minutos de tiempo para completar su acción. Dado que, además no estropea el material, puede aplicarse sobre ropa o manos, porque la solución es inocua, no deja humedad ni ocasiona daños o irritaciones.

El equipo está dotado de depósito compresor, botella para líquido y pistola pulverizadora, que permite microatomizar la solución empleada, conformada entre un 85% y un 90% de base alcohólica, idónea para acometer grandes espacios en poco tiempo

Fue el club el que a inicios de temporada propuso esta adquisición, facilitándole al concello ficha técnica del equipo y el contacto con Distribuciones Noer, que es la firma que la suministra desde Sanxenxo. Así, el gobierno local se avino a comprar dos equipos, por valor de 600 euros cada uno (más 29 euros la garrafa de 5 litros de solución), para poder utilizarlos además en los centros escolares y demás instalaciones públicas, al resultar una herramienta práctica para abordar grandes espacios en poco tiempo y un gasto mínimo en la solución a emplear.

Tal ha sido la expectación que ha levantado, por operatividad y fácil manejo, que varios equipos que visitaron Coirón se han interesado por ello, y hasta se han servido en grabar la labor que para utilizar a modo de demostración. La presidenta Silvia Lobato explica que “utilizamos el equipo en todos los entrenamientos, pulverizando porterías y, uno por uno, los 20 de balones, más conos, pesas, barras y demás material de gimnasia, labor que lleva entre 15 y 20 minutos hacerlo bien, no en vano la máxima del club es, ante todo, la seguridad”. Lobato reconoce que facilitaron ficha técnica y contacto “a algunos equipos que nos preguntaron, e incluso lo hicimos con la Federación Galega por si era de utilidad”.

El trabajo contribuye en pocos minutos a mantener desinfectado el material de trabajo de uso colectivo, que impera ante el COVID. Máxime cuando la Federación Española no ha implementado una normativa tan restrictiva como la gallega, que en su competición autonómica, a la espera de reanudación, además de obligar a competir con mascarilla, no permite el cambio de campo ni de banquillos tras el descanso. Así pues, no se trata de un error arbitral que puede semejar a ojos del espectador, sino de una norma de esta temporada.

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