El Ribadumia paga cara su fragilidad

No pudo subsanar su crisis el Ribadumia en O Couto, sino todo lo contrario. La Unión Deportiva Ourense se mostró con mucha más continuidad y empeño en su propósito para hacerse con unos tres puntos y unas sensaciones que los aurinegros empiezan a echar en falta demasiado. Los goles de Amín, en una acción a balón parado, y de Hugo García, tras un error encadenado, fueron suficientes para marcar la diferencia.

La puesta en escena de los de Luis Carro no fue, ni mucho menos, un ejercicio de fluidez, especialmente en materia ofensiva. Tampoco los ourensanistas mostraban ningún alarde, lo que llevó el partido a una sucesión de imprecisiones con ambas áreas sin registrar apenas ningún tipo de incidencia.

El paso de los minutos hizo que la tendencia pasase a ser más favorable para los locales. La sensación era que el Ribadumia era incapaz de mostrar sus virtudes, quedando reducido a un papel poco protagonista por sus imprecisiones en la elaboración. El UD Ourense empezó a encontrar la amplitud necesaria, especialmente por la banda derecha, para ir poniendo cerco a la portería de Roberto Pazos. Primero Vieytes, y poco después Amín, tuvieron los primeros remates con claro marchamo de gol.

El paso de los minutos no cambió la dinámica. Los de Luis Carro seguían incómodos en la generación de fútbol con mayor preponderancia de los errores. Al menos, las sensaciones defensivas no eran del todo negativas hasta que llegó la acción del primer gol del encuentro avivando viejos fantasmas en el equipo aurinegro.

Todo se desencadenó a raíz de una falta lateral que botó Rubén Durán y que Santi despejó. Para desgracia visitante, el balón llegó a pies de Carlos de Dios que vio el desmarque de Amín para que el delantero local resolviese con gran calidad tras recortar a Santi y batir por bajo a Pazos con pierna izquierda.

El gol pareció despertar al Ribadumia de su letargo. El 1-0 sirvió de espoleta para reactivarse y poco tardaron en gozar de la primera oportunidad para el empate, pero Carlos Pérez no pudo definir su internada en el área ante el duelo individual ante Sampayo. Incluso tuvo otro acercamiento más el cuadro aurinegro con un centro de Fran Fandiño que se paseó por el área ourensanista buscando sin éxito un rematador.

La confirmación del paso adelante de los de Luis Carro llegó en la segunda parte. El balón empezó a durarles mucho más mientras el Ourense empezó a agruparse más defensivamente ante el continuo percutir rival en la zona de mediocampo. Fernando Currás tuvo que reforzar su estructura con los cambios para volver a igualar el juego.

El guion volvió a desarrollarse más cerca del área de Roberto Pazos e incluso avisaron los locales con un disparo de Rubén Durán que resolvió Pazos con una muy buena mano. No sucedió lo mismo poco después. Todo llegó tras una pérdida de balón en campo ofensivo que sirvió al UD Ourense para con un único pase habilitar a la carrera a Hugo García que se coló como cuchillo en mantequilla en una desordenadísima defensa aurinegra. Roberto Pazos quedó a merced del delantero para ser superado por alto.

Ya con todo en contra, el Ribadumia siguió intentándolo. La voluntad innegable no tuvo el premio perseguido y al Ribadumia se queda ahora sin margen de error para canalizar sus opciones de permanencia y poner fin a una dinámica que toca gestionar.

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