El Asmubal Meaño se exprime para salir adelante ante el vacío al que, denuncian, le somete el gobierno local, que no se ha posicionado ante su propuesta de un patrocinio o ayuda similar al equipo sénior femenino, que milita en la División de Honor Plata, segunda categoría oficial del balonmano español. Las dificultades para encontrar un sponsor en plena pandemia y el silencio del concello para asumir el rol, deja a la entidad en una situación difícil en lo económico para mantenerse a flote en la segunda mitad de la temporada.

“Nos hemos reunido varias veces con el alcalde Carlos Viéitez -explica la presidenta Silvia Lobato-, la primera el 25 de junio para estudiar un patrocinio del equipo femenino con el ascenso a la División de Plata. Luego, presentamos la petición formal por registro, a lo que nos instaba”. “Transcurrido el verano -agrega- y tras insistir, el regidor siguió hablando de estudiarlo, y que presentáramos un dossier. Lo hicimos por registro el 15 de septiembre. Desde entonces preguntamos en varias ocasiones, y seguimos sin una respuesta, ni favorable ni contraria, únicamente silencio”. “Mismo en todo este proceso -aclara la presidenta- entregamos al regidor y a la edil de cultura y deporte, una copia del contrato de patrocinio que el Concello, presidido en su día por la alcaldesa Lourdes Ucha, rubricara con el club en 2017, cuando el equipo femenino estrenaba su primera militancia en la División de Plata, y que se cerraba en una cantidad de 5.000 euros para lucir Concello de Meaño en el frontal de las camisetas, y portar en nuestros viajes folletos turísticos para divulgar Meaño y comarca”.

Con 5.300 habitantes, Meaño es el ayuntamiento más pequeño de su grupo de la División de Plata Nacional, en la que se mide a equipos titulares de ciudades como Oviedo, Valladolid, Gijón, Santa Cruz de Tenerife o Palencia, entre otros. “Para nosotros -explica Silvia Lobato- es un orgullo, siendo un club tan humilde, el llevar a Meaño por España, el que nuestro nombre se escuche en emisoras y medios de comunicación en Lanzarote, Tenerife, Asturias… Y desde ahí se admira la labor en un pueblo tan pequeño al que cuestan de por sí situar en el mapa”.

La COVID ha venido a complicar la sostenibilidad del club. Para muestra, un botón: una jornada en casa le supone al club 600 euros de desembolso entre arbitraje y mesa de cronometradores; los desplazamiento fuera de Galicia (Canarias aparte), un mínimo de 500 euros en dietas (sin pernocta), más combustible, y que se hace posible merced a la colaboración de dos sponsors que ceden sendas furgonetas para esos viajes; y cada 15 días, 240 euros en las pruebas serológicas a que obliga la Federación Española. A mayores, los cierres perimetrales, jugar a puerta cerrada y poder meter ahora un público limitado, no hace sino constreñir los ingresos.

El trabajo de la directiva es ímprobo para mantenerse a flote. “Tenemos que tirar de rifas, lotería, ventas de quesos y otros productos -apunta Lobato Limeres-, inventar para hacer encaje de bolillos”. Ante la posición, la presidenta afirma: “nos sentimos incrédulos y decepcionados con el silencio del concello, al que nuestros equipos tratan de representar con mucha dignidad allí donde va”. “A mayores -añade-, nos encontramos con un capítulo de subvenciones municipales, que se acaban se repartir hace un mes, en el que se concede al Asmubal el mismo dinero que a otros clubs que este año no están competiendo por la situación covid, que no tiene ni actividad alguna en lo que llevamos de temporada”.

Otra losa pendiente es el abono de 357,94 euros que el Asmubal ha reclamado hace un mes al concello en concepto de pago del viaje del Culleredo, y que no ha tenido respuesta. Responde al partido de sénior masculino de Primera Autonómica, que no pudo celebrarse aquel 31 de octubre, ni en el pabellón de Coirón ni As Covas por problemas de condensación en instalaciones de titularidad municipal. La Federación no sancionó al club meañés, pero sí se ha visto obligado a abonar el viaje baldío del Culleredo realizado aquel día. La factura, que ya pagó el Asmubal al Culleredo, se presentó al concello hace un mes reclamando la compensación, pero que no ha cristalizado. Por fortuna la Sar, que era otros de los equipos damnificados ese fin de semana en la División de Plata femenino por suspender partido, tuvo el gesto de no reclamar a los meañeses el abono de su viaje.