Suma y sigue el mejor Asmubal masculino de su historia, invicto en las siete jornadas por él disputadas (acumula un partido aplazado) que le mantienen líder invicto en su grupo de Primera Autonómica.

Ante el colista el color lo puso la grada a donde, después de un mes, pudieron volver los aficionados con un aforo limitado. Sobre la cancha el partido mantuvo la igualdad en el primer cuarto de hora, con alternancias en el marcador, la última a favor del Camariñas con un 7-8 en el minuto 12.

Fue ahí cuando el Asmubal, tirando de velocidad, abría la primera brecha. Ni el tiempo muerto del Camariñas pudo parar una dinámica en la que el colista empezó a pagar su escaso banco, con un único recambio, para resistir el ritmo trepidante con el que empezaban a conectar los meañeses.

En el segundo tiempo los de Víctor Garrido se convirtieron en un martillo pilón, con ataques rápidos y una defensa motivada y escoltada por Brandón en portería. El Camariñas, contra las cuerdas, no dispuso de ninguna acción fácil en todo el período. Mientras atrás se veían superados por los contragolpes meañeses y acciones posicionales rápidas, cuando no asistían a Arosa en el pivote que halló un filón en los 6 metros.

En tan sólo 6 minutos de la reanudación el Asmubal alcanzaba ya la renta de 10 goles (26-16) y a partir de ahí su ventaja no hizo sino crecer para ir doblando al rival hasta un 41-19 al final que dejaba patente su dominio sobre la cancha. Lectura positiva además en defensa que le hizo encajar tan solo 6 goles en toda la segunda parte, y empezar a rebajar así el promedio de 23 goles encajados, que era otro de los objetivos en que Víctor Garrido aleccionara al equipo.

Por delante quedan ahora tres partidos, dos ante el Lavadores y uno pendiente ante el Culleredo, que es el rival directo por el primer puesto. El objetivo, acabar líderes para sumar tres puntos que le daría una ligera ventaja de entrada en la segunda fase.