Derrota amarga del Asmubal en un partido muy igualado donde al final se echó de falta el calor del público por la situación COVID –se disputaba a puerta cerrada– en los últimos minutos, cuando se dirimía el momento decisivo del partido.
El Asmubal completó una gran primera parte, de lo mejor que ofreció esta temporada. Arrancaron con un ritmo trepidante que puso un parcial de 4-1 en los primeros cinco minutos, a lo que contestó el Palencia con un 0-5 que les colocaba uno arriba (4-5) en el 10, advirtiendo del partido complicado que tocaba lidiar. Pero las meañesas no se arredraron, siguieron corriendo y tirando del contragolpe para endosarles un parcial de 6-0 que convertía el 10-9 del minuto 22 en un 16-10,y que se traducía en un 17-12 al descanso. Solo el infortunio en esa primera parte impidió una renta aún mayor al término de la primera parte. El paso por los vestuarios le vino bien a un Palencia que estaba siendo revolcado en aquella fase. Se rearmaron para partir una defensa presionante de la que, aunque prevista y advertida en los vestuarios por Montes, no acertaron a salir las meañesas. Un 2-6 materializado de salida apretaba el marcador en el 38 (19-18). A partir de ahí igualdad máxima con rentas mínimas del Asmubal, hasta que en el 50 un gol de Serna devolvía la delantera al Palencia Turismo (21-22). Fue un gol psicológico que se hizo una losa anímica en las meañesas. El gol de Vanesa en el 52 que materializaba el empate a 23 fue el canto del cisne. Un 0-3 de parcial subió un 23-26 resultó decisivo en el 56. A la desesperada, salió cruz la presión meañesa que cayó con un 25-29, una renta que no hizo justicia a la igualdad del choque.
