Contundente derrota la sufrida por el Cortegada en la visita a un Ibaizábal que mostró las trazas de un equipo preparado para pelear por las primeras posiciones de esta liga regular. El apabullante dominio del rebote del conjunto vasco se hizo todavía más decisivo en fases muy concretas del partido que alimentaron parciales definitivos para las aspiraciones del equipo vilagarciano.

La fluidez brilló por su ausencia en los primeros minutos. El 0-2 con canasta de Sedlakova se convirtió en el inicio de una larga espera hasta la siguiente canasta del equipo de Rubén Domínguez. Concretamente tuvieron que pasar más de cinco minutos para recortar el parcial de 10-2 de salida.

Dos triples de Miriam García devolvieron el pulso al Cortegada que fue capaz de mantenerle la cara a las vascas en el marcador al término del primer cuarto al que se llegó con un ajustado 16-13 y con la sensación de haberse rehecho al primer golpe asestado por las locales.

Empezó a continuación un intercambio de canastas en una dinámica en la que el Cortegada se mantenía entero (26-26). La defensa y momentos de fluidez ofensiva le permitían plantar cara a un Ibaizábal que no estaba encontrando la forma de acabar con la resistencia rival.

Todo cambió en los últimos cinco minutos del segundo cuarto. Ahí fue cuando las locales intensificaron su defensa y sacaron provecho de las pérdidas de balón del equipo vilagarciano para endosar un parcial de 15-2 que las lanzó en el marcador para irse al descanso con una sustanciosa diferencia (41-28). Ese buen trabajo que realizó el Cortegada durante 15 minutos se vio mancillado por un tramo final en el que el Ibaizábal activó el modo apisonadora con Tulonen y Cotano al mando claramente de las operaciones.

Curiosamente, el guión del tercer periodo fue exactamente igual que en el segundo cuarto. Primero, un Cortegada que tuteó en el juego a su rival, pero que no pudo reducir las diferencias más que a seis puntos. Sin embargo, un nuevo parcial en los últimos minutos del cuarto sirvió a las vascas para ampliar su diferencia con tintes prácticamente definitivos. Traducido a números, las vilagarcianas pasaron de un 48-38 a falta de 3 minutos para concluir el tercer acto a un 62-39, marcador con el que se cerró el mismo.

Este nuevo apagón en la intensidad del juego vilagarciano terminó por convertir el último periodo en un mero trámite. Además, la confianza en sus posibilidades del Ibaizábal fue en aumento ante un Cortegada al que el partido ya se le estaba haciendo demasiado cuesta arriba pese a sus intentos de finalizar el mismo con las mejores sensaciones posibles.

Ahora una semana por delante en la que las vilagarcianas jugarán el jueves en Fontecarmoa ante el Rosalía y recibirán también el sábado al Plasencia.