El Ribadumia afronta uno de esos días llamados a permanecer en el recuerdo. La eliminatoria previa de la Copa del Rey que le medirá al Miengo cántabro supone una de esas oportunidades que rara vez se presenta en la historia de un club no profesional. Ganar esta noche en el campo de La Cuchía (20.00 horas) garantizaría la posibilidad de medirse en la próxima eliminatoria a un equipo de la Liga de Fútbol Profesional, y con mayor probabilidad, a un Primera División.
Con esa enorme motivación partió en el día de ayer la expedición aurinegra desde el campo de A Senra. El destino Santander, donde pernoctaron, para desplazarse esta misma tarde al escenario del partido que puede marcar un antes y un después en la historia de la entidad. Luis Carro tiene muy claro el carácter especial del duelo y no pasa por alto que “esto al final es una motivación enorme para los futbolistas. Algunos ya lo vivieron en otra categoría, pero para la mayoría es una experiencia nueva. Lo mejor es que todos sabemos que el premio mayor está por venir. Ganar y medirte a un equipo profesional es algo que significa mucho para todos”.
Los condicionantes que rodean al partido es una cuestión que le confieren un extra de picante. Tanto es así que el desconocimiento futbolístico del Miengo es prácticamente inevitable. Y es que el conjunto cántabro tan solo ha podido disputar un partido en su competición de Preferente en lo que va de temporada. Las severas restricciones covid a las que se está sometiendo la comunidad han parado todo el fútbol autonómico allí.
En este sentido, el entrenador del Ribadumia es consciente de que “no sabemos realmente mucho de ellos. Solo sabemos que han cambiado muchísimo la plantilla del año pasado a éste y que mezclan veteranía con juventud, pero este es uno de esos partidos en los que nos tenemos que centrar más que nunca en ser nosotros mismos”.
El hecho de la ausencia de partidos en el Miengo es algo que Luis Carro no lo ve demasiada ventaja tratándose de una eliminatoria a partido único, “no creo que sea un factor que vaya a ser determinante. El ejemplo lo tenemos nosotros en el día de San Lázaro con un Viveiro que estaba más rodado. No me parece determinante, me parece más determinante el aspecto de jugar en su campo que el que estemos más rodados”.
Las reducidas dimensiones del campo de La Cuchía, sumadas a su superficie sintética, son aspectos que sí entran en el plan de partido de un Ribadumia que tratará de hacer valer su condición de equipo de mayor categoría tratando de que el partido tenga el mayor control posible. “Si algo sabemos de cara a esta eliminatoria es lo que somos nosotros y que es lo que más nos interesa. Intentaremos que el partido se vaya lo menos posible al lado de las disputas, el balón aéreo continuo y las segundas jugadas. Intentaremos que se encuentren incómodos a la hora de desarrollar eso”, apunta el técnico aurinegro.
El estado de su propia plantilla es lo que más preocupa a Carro que contará con las ausencias seguras de Paco, Álex Fernández y Óscar Martínez, además de las dudas de Fran Matos, Santi, Miguel y Óscar Iglesias.
Francisco Pozueta // Entrenador del Miengo
“Tenemos que jugar como si no hubiese mañana”
José Francisco Pozueta es el entrenador de un Miengo que en este partido se juega el todo por el todo. Y es que al otro lado del premio que supone seguir adelante en la Copa del Rey, espera el pasar a detener incluso los entrenamientos puesto que el Miengo es el único equipo de Cantabria que puede hacerlo actualmente, al margen de los de competiciones nacionales, debido al permiso especial expedido por su federación autonómica. Esta circunstancia, sumada a su condición de equipo de Preferente, lleva al técnico cántabro a no dudar a la hora de dar todo el favoritismo al Ribadumia, “no se puede ver desde otra perspectiva. Nosotros somos un equipo de una Preferente muy normalita como la de Cantabria y que, además, estamos sin competir. Solo hemos jugado un partido desde el 15 de marzo. Ya me gustaría a mí estar con unos mínimos competitivos para este partido, pero la verdad es que todo para nosotros es un tiro al aire porque no sabemos ni como estamos”. Por este motivo, sabe Pozueta que la única e innegociable opción pasará por “dar el 150% de nuestras posibilidades en el campo. Tenemos que jugar como si no hubiese un mañana, porque esa es la realidad. No tenemos liga el domingo y no podremos siquiera seguir entrenando si perdemos. Nuestras bazas pasan por la ilusión y por tener muy presente que en una eliminatoria a partido único puede pasar de todo”. De lo que tampoco le cabe ninguna duda al entrenador cántabro es de la superioridad teórica de los aurinegros, “ellos son un equipo más capacitado en todos los sentidos. Les he seguido como buenamente pude a través de resúmenes y prensa y tengo claro que no podemos dejarles jugar a lo que ellos quieren. Sabemos que les gusta tener el balón y jugarlo con fluidez e intentaremos que estén lo menos cómodos posibles a la hora de hacer su juego. Futbolísticamente sabemos que son superiores, pero trataremos de plasmar en nuestro juego toda la ilusión y la motivación que tenemos”. Ni siquiera ve en las condiciones climatológicas Pozueta ninguna ventaja, “en nuestro campo el aire y el viento se hacen notar al estar tan cerca del mar, pero es que hasta hace tiempo que ni sopla el viento. Así que a jugar y a pelearlo”.
Un partido a puerta cerrada que es todo un acontecimiento en ambas localidades
El partido se ha convertido en todo un acontecimiento en Miengo. El pequeño pueblo de apenas 5.000 habitantes está viviendo la eliminatoria con la máxima intensidad, si bien el partido tendrá que disputarse a puerta cerrada. Serán varios los establecimientos del lugar que proyectarán en sus televisores el encuentro que será retransmitido por el canal de Onda Occidental en YouTube. Curiosamente, el Miengo es el único equipo que ha entrado en esta ronda previa de la Copa del Rey siendo todavía equipo de Preferente debido a un acuerdo alcanzado entre las federaciones cántabra y española antes de la pandemia. Al igual que en Ribadumia, el encuentro es considerado un hito para la localidad. Más aún teniendo en cuenta que en caso de superar la eliminatoria, el premio sería medirse a un Primera División que no esté jugando competición europea.
