Eva Dios sigue derribando barreras a pasos agigantados. La futbolista de A Illa, de tan solo 18 años, se convirtió en la tarde del sábado en jugadora de nuevo cuño de la Primera División del fútbol femenino español. Un debut que llegó en las filas del Deportivo Abanca en el duelo ante el Santa Teresa y que se saldó con derrota coruñesa en Abegondo por 1-2.

Corría el minuto 75 cuando la delantera tomó el relevo en el campo de su compañera Helena ya con el mismo marcador que cerró el choque. Manu Sánchez confío en ella para revertir la situación y Eva lo intentó de todas las formas posibles, “la verdad es que el equipo mereció algo más. Lo peleamos hasta el final y fueron minutos de mucha tensión y muchos nervios. Tuvimos el balón y buscamos el empate por todos los medios, pero no pudo ser posible”.

Resultado al margen, las muestras de felicitación que recibió fueron continuas por lo histórico de la fecha en su incipiente carrera como futbolista. Asegura que “muchísima gente se puso en contacto conmigo para felicitarme. Fue una pena que mi familia no pudiese estar en el campo porque tuvimos que jugar a puerta cerrada por las restricciones covid, pero estoy muy agradecida de la oportunidad que me ha dado el equipo”.

Un debut que coincidió con el parón de la competición que disputa el filial, equipo en el que Eva Dios es una de las referencias. Todo ello después de su fichaje el pasado verano procedente del Viajes Interrías de Sanxenxo, a donde llegó procedente del Victoria de Santiago y tras pasos previos por el Portonovo y el Céltiga.

Un camino hasta la élite que además tuvo el condicionante de la sordera que padece Eva y que ha convertido a sus audífonos en sus compañeros de viaje desde que tenía cuatro años. Un mérito aún mayor y que tampoco le impidió destacar como una excelente jugadora de fútbol sala llegando a disputar un Europeo para personas con discapacidad auditiva.

Un ejemplo de normalización que va incluso más allá del deporte. Y es que Eva Dios es una excelente estudiante de la licenciatura universitaria de Educación Física en la Facultad de Bastiagueiro, a la que acude cada mañana desde la residencia que comparte con algunas compañeras del club deportivista. Ya por la tarde toca ir a Abegondo a entrenarse diariamente con la plantilla profesional del club donde se esta mostrando como una jugadora capaz de adaptarse a las exigencias de la élite y, además, aportar un nivel futbolístico muy por encima de la media.