Cayó en Cantabria el Asmubal ante el Camargo en un partido donde pesó lo suyo el desplazamiento, la cancha, los errores de siete metros y el arbitraje en una primera parte que les condicionó en exceso. Y es que una exclusión rigurosa de Vanesa, ya en el primer minuto, marcó el nivel para un equipo tan joven a la hora del contacto defensivo.

Al 3-0 en el arranque contestaron las meañesas con un 2-4 que, con gol de Sabela les ponía a uno en el 10’ (5-4). Pero las cántabras se resarcieron con un 3-0 para irse 4 arriba en el 14 (8-4), renta que creció hasta un máximo de 6 al descanso (16-10).

Las de Luis Montes regresaron a la cancha aleccionadas para entregarse en la defensa. Y desde ahí creció el equipo para endosarle a las cántabras un 0-5 de salida, que les colocaba a uno en el 38 (16-15), incluso disponiendo de varias posesiones para el empate. Cogieron aire las locales con un 20-16 en el 40, que de nuevo estrechó el Asmubal para retomar de nuevo al partido en el 47 con un gol de Sabela, lo que les dejaba a dos en el 47 (21-19). Pero cada vez que las meañesas se ponían a tiro les condicionaba el arbitraje, incluso en el 49 con la exclusión de Fajardo que les dejaba con una menos en cancha. A partir de ahí cobró protagonismo una fase en que las cántabras, tiraron de veteranía para empezar a jugar muy pronto con el reloj, parando el juego todo lo que podían, tardando en ocasiones casi 30 segundos en sacar de centro después de gol, con una complacencia arbitral que exasperaba el banco meañés.

Atrás se habían quedado buenas opciones para invertir el partido, una segunda parte en que dejaron a las cántabras en tan solo siete goles, lamentando el haber marrado cuatro siete metros en el choque, más otras acciones francas en que emergió la portera local como su mejor jugadora. El Asmubal cae así a la duodécima plaza de una liga de14 equipos. El próximo fin de semana regresa a Coirón para recibir a la Sar redondelana.