Vuelve el baloncesto a Vilagarcía y comarca y lo hará gracias a su máximo representante. Un Cortegada que mañana tendrá en Ferrol el pistoletazo de salida a la temporada después del amago de inicio del curso del fin de semana pasado y que tuvo que ser aplazado por razones de falta de logística para cumplir con los protocolos sanitarios.
Con Mariscos Antón como patrocinador principal, el equipo dirigido por Rubén Domínguez encara una liga nueva con un formato diferente al que estábamos acostumbrados. Este año la Liga Femenina-2 contará con tres grupos en lugar de los dos habituales y, también, una mayor presencia de equipos gallegos en liza.
Comprobar la evolución del trabajo de las últimas temporadas en el crecimiento de jugadoras jóvenes será uno de los atractivos para el aficionado vilagarciano. De ello dependerá también en buena medida el rendimiento colectivo de un Cortegada que viene de pasarlo realmente mal el curso pasado estando situado en las tres últimas plazas de la clasificación en el momento en que el Covid obligó a pararlo todo.
La estructura del equipo viene siendo la misma aunque con algunos matices importantes. En esta ocasión los centímetros se han buscado en los Balcanes con la llegada de Tereza Sedlakova y de Teodora Saric. Ambas comparten la característica de la juventud y de querer hacerse un camino en el baloncesto profesional.
El asentamiento en la categoría de jugadores que contaron muchos minutos ya la pasada campaña como Patricia Vicente, Zeltia Presas o Miriam García, sumado a la esperada irrupción de Lorena Castro o Irene Montenegro, van a ser cuestiones a tener muy en cuenta también en lo que respecta a la necesaria subida de nivel competitivo en una liga que no dejará lugar a la relajación.
En cuanto a la experiencia que toda plantilla debe tener, el Cortegada ha dado un paso adelante muy significativo con la vuelta al equipo de Sara Gómez. La mejor jugadora de la historia del club, tras convertirse en madre de la pequeña Candela, ha vuelto a decir sí al club de toda su vida. Su capacidad para generar ofensivamente y sobre todo, su liderazgo, se convertirá en una herramienta muy útil para Rubén Domínguez en los momentos delicados de cada partido. Una tarea en la que Cristina Loureiro y María Centeno también tendrán mucho que decir.
La presencia de las jugadoras júnior será otro importante punto de apoyo para que la dinámica diaria sea la propia de un equipo en progresión. Clara Ríos, nieta de Miguel Ángel González, fundador del club, junto a Sofía Blanco y Alicia Potel contarán a su disposición con un año de aprendizaje para sentar las bases de su futuro deportivo.
