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Volver a nacer dentro del agua

El Club Natación Vilagarcía ha recuperado su espacio natural tras la reapertura de la piscina de Fontecarmoa

El trabajo fuera del vaso adquiere mucha más importancia. // I. Abella

Un club de natación sin una piscina donde entrenar resulta una paradoja tremendamente complicada de gestionar cuando se convierte en realidad. Eso es precisamente lo que le sucedió al Club Natación Vilagarcía durante los últimos meses debido a las obras de la piscina municipal de Fontecarmoa.

El pasado miércoles los cerca de ochenta integrantes de la entidad pudieron volver a entrar a la que es su casa. Una casa compartida, como no podía ser de otra manera, pero su casa al fin y al cabo. Ni siquiera las estrecheces fueron un problema en el retorno. Había muchas ganas de volver a nadar bajo techo. Y no solo por el tiempo que llevaban sin hacerlo, sino porque la vuelta supone también el recuperar poco a poco la normalidad que parecía perdida.

Nada es igual, pero al menos la realidad actual ya se va pareciendo a lo que era. Cualquier tiempo pasado fue mejor, pero bien es cierto que el futuro ya no empieza a pintar tan negro. El reducir al máximo el uso de los vestuarios o ajustarse a un estricto protocolo de seguridad por las razones por todos conocidas, se ha convertido más en una alegría que en un inconveniente debido al significado que encierra el volver a ser libres dentro del agua.

Las ganas de entrenar superaron cualquier adversidad. El disponer de tres horas al día para que todos los integrantes del club puedan realizar sus entrenamientos, y sobre todo, con solo dos calles para ello, obliga a hilar fino. Además, el Club Natación Vilagarcía no puede cerrar la puerta a nadie, sabedor que en la llegada de los más pequeños al club está la supervivencia en años futuros.

Fernando Vicente, presidente de la entidad, reconoce que "estamos a tope de capacidad, pero el crecimiento del club no se puede detener. Estos días estamos notando como hay nuevas altas que provienen incluso de otros deportes de contacto y tenemos que gestionarlo sin que se resienta la calidad de entrenamiento".

Para ello, y también con el ánimo de completar el entrenamiento, el club ha solicitado el uso de las pistas de atletismo de Fontecarmoa para poder compatibilizarlo con el uso de la lámina de agua en al piscina. Según el convenio de 2015, el Club Natación Vilagarcía tiene derecho a usar una calle de 18.30 a 19.30, ampliándose a dos calles de uso en las dos horas posteriores. Así de manera diaria. Las matemáticas se dificultan aún más con los protocolos sanitarios, por lo que las calles se ocupan con un máximo de cinco nadadores por cada sesión que oscilan entre los 45 minutos y una hora.

"El entrenamiento en seco tomará mayor peso en la preparación. Por ello haremos más trabajo físico fuera del agua. Hemos pedido las pistas de atletismo para trabajar aeróbicamente y también nos gustaría poder disponer de un tiempo de gimnasio para mejorar la fuerza", afirma Fernando Vicente.

Con Sonia Taladriz y Raúl Barreiro como técnicos, el club está poniendo en práctica una planificación de trabajo en la que el primer filtro pasa por establecer los grupos de nivel. Una selección que también ayuda a que el entrenamiento tenga la mayor calidad posible, más aún cuando se tienen que repartir calles en la piscina.

A la espera de la vuelta de la actividad habitual, una vez se superen las reticencias iniciales de muchos a volver a la piscina, desde el club no descartan el plantear a la gerencia de la instalación el alquiler de alguna calle más en la franja horaria de sus entrenamientos si el tráfico de usuarios así lo permitiese. El presidente de la entidad sostiene que "habrá que ver como evoluciona. Lo normal es que pronto se llenen todas las calles para nadar, pero si hay alguna opción de disponer de alguna calle más por nosotros encantados".

Unos entrenamientos que apuntan al inicio de una temporada de natación todavía por definir. Sin embargo, no se achaca al Covid esta situación. Fernando Vicente sostiene que "en septiembre todavía es pronto. Todos los años se suele saber un poco más adelante. Lo que tenemos claro es que competición parece que va a haber porque ya se ha enviado la documentación para cubrir las licencias. Ahora estamos a la espera de que las federaciones de natación y salvamento nos marquen una hoja de ruta, pero al ser un deporte sin contacto partimos con algo más de ventaja". De momento, lo que se celebra es que el club cuanta más agua, mejor respira.

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