Más de 50 días después y cansados de cintas, elípticas y rodillos, los integrantes de Triatlón Vilagarcía regresaron a la calle para poder entrenar y, sobre todo, disfrutar de alguna de las dos disciplinas que se pueden practicar en Vilagarcía, mientras no se abran las playas. Entre ellos se encontraba Carlos García, triatleta de gran experiencia que nunca había vivido una situación así desde que comenzó la práctica de este deporte y que ayer ser mostraba eufórico por poder correr al aire libre, al menos, una hora. "Todos teníamos muchas ganas de que este momento llegase, es cierto que contamos con medios para entrenar en casa, pero después de 50 días encerrados estábamos cansados de rodillos, elípticas y ejercicios de core para mantener la forma", explicaba.

Sin el objetivo de la competición a la vista, García calcula que las pruebas no se retomarán antes de septiembre u octubre, la preparación en los próximos días será "ir cogiendo el tono, sin centrarse en la realización de series o cuestiones específicas, y disfrutar de este momento, eso sí, manteniendo siempre las normas que se nos indican de practicar de forma individual y no aprovechar los rebufos para evitar posibles situaciones de contagio, además de no salir del municipio en el que estamos residiendo". Esa primera jornada fue para tonificar los músculos que, "aunque no han estado parados, lo cierto es que con los ejercicios en interior no siempre se ejercitan los mismos grupos musculares que en carrera continua".

LA mayor parte de sus compañeros del club Triatlón Vilagarcía aprovecharon la primera jornada para elegir entre carrera o bicicleta, otra de las modalidades que cuenta con suficiente espacio en Vilagarcía para su uso. "La verdad es que poder regresar a practicar deporte al aire libre ha sido muy emotivo cruzarse con los compañeros, saludarles desde lejos, espero que se pueda convertir en algo habitual a partir de ahora", señala García. Una de las cuestiones que más le llamó la atención fue cruzarse con gente por la calle que nunca había visto antes practicando deporte, en su mayor parte, muy jóvenes. "Espero que esta circunstancia sirva para que muchas personas se acerquen a la práctica deportiva, sea para competir o como ocio, si es así, será algo que habremos ganado de esta situación".

Durante el confinamiento, las redes sociales se han convertido en la principal vía para encauzar los entrenamientos del Triatlón Vilagarcía o incluso de contar con compañía virtual. "Planificábamos los entrenamientos a través del whatsapp y luego los comentábamos. No estábamos físicamente en el mismo lugar, pero con voluntad siempre se puede entrenar en condiciones", comenta García. El confinamiento generalizado obligó a un cambio de rutinas a la hora de desarrollar una actividad que muchos consideran básica, no solo para cuestiones meramente físicas, sino también para un equilibrio psíquico y emocional básico en una situación extrema de reducción de contacto con el exterior que ahora, más que "prepararse para una competición hay que superar aprovechando los tiempo en que se nos deja hacer deporte".