El tercer club de la comarca de O Salnés, Amegrove, también se encuentra confinado en casa como sus homólogos, pero con una diferencia, contaba con muy pocos ergómetros para repartir entre sus remeros. "Teníamos tan solo una decena de estos aparatos que han estado rotando entre los remeros, siempre después de ser sometidos a una desinfección en profundidad", explica el presidente, Anxo Soutullo. El responsable del equipo grovense reconoce que "esta crisis nos ha pillado un poco bajos de recursos, pero los entrenadores están diseñando entrenamientos específicos según el material que tenga cada uno de los integrantes de la trainera en casa". Así, las planificaciones de los técnicos se dividen entre el trabajo que pueden realizar aquellos que cuentan con ergómetro, los que tienen alguna máquina de cardio o los que tan solo pueden recurrir a las autocargas o ejercicios físicos de mantenimiento.

Soutullo entiende que la liga de este año va a resultar sumamente atípica, "muy distinta a la de años anteriores, porque mucha gente no cuenta con los recursos adecuados para entrenar y eso se va a notar en las tripulaciones". A eso se suma el hecho de que "no se está bajando al mar a remar, algo que siempre resta, y a estas alturas de la temporada es imprescindible para cualquier deporte de agua como es el nuestro".

Amegrove ya afrontaba la temporada con muchas incógnitas. De hecho, el emblemático club grovense estuvo muy cerca de estar fuera de los equipos participantes al carecer del número suficiente de remeros. El club llegó a anunciar que se retiraba, pero todo cambió tras decidir Anxo Soutullo hacerse con la presidencia de la entidad. Remero él también, consiguió organizar una tripulación muy justa pero suficiente para competir sin marcarse un objetivo más allá de conservar el puesto en la Liga Galega de Traíñas A, circunstancia que le costó mucho a los amarillos la pasada campaña, donde se acabaron salvando del descenso gracias a Ares. Mecos y Vilaxoán también partían con sus objetivos para esta campaña. Los primeros con la intención de pelear por los puestos de cabeza, como ya hicieron el pasado año, mientras Vilaxoán trataba de acercarse a la tanda de honor. Ahora, con el confinamiento decretado por el Covid-19, todo se ha convertido en una auténtica incógnita que no será fácil de resolver.