El período de confinamiento para un deportista de élite no es precisamente sencillo. Eso es algo que reconoce Antón Paz y que aplica tanto para sí mismo como para aquellos a los que entrena. "Hay que seguir con la preparación física, que en la vela, no es algo tan complejo como en otros deportes, caso del piragüismo, pero sobre todo, hay que centrarse en la preparación mental", explica. Es precisamente en momentos como estos cuando "se puede hacer hincapié en otros aspectos de la preparación, como son los psicológicos o los técnicos". Paz recuerda que durante la clasificación para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro sufrió una neumonía importante que le supuso tres meses a la hora de volver a coger el ritmo de competición, pero esa etapa "me sirvió para mejorar otros aspectos mientras iba poniendo a tono el físico".

Ni siquiera ahora que no tiene la necesidad de prepararse para luchar por las medallas de unas olimpiadas, el vilagarciano descuida su preparación personal. A pesar del confinamiento, el técnico vilagarciano hace ejercicios de core, salto, e incluso, carrera. De hecho o, "estoy corriendo de una esquina a otra de la casa, por el pasillo de mi piso de 80 metros cuadrados; al final, si haces un buen trabajo puedes mantener de forma aceptable el estado físico".

De conseguir clasificar a la tripulación polaca para la competición de 2021, el vilagarcíano no sería el único saliniense que podría estar en Tokyo. La gran esperanza pasaría por los piragüistas, siempre y cuando la Federación Española vuelva a cambiar los criterios selectivos que decidió aplicar tras el confinamiento y mientras se mantenía en pie la celebración de las Olimpiadas.