La decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) de aplazar la celebración de las Olimpiadas un año era algo que se esperaba pero que va a obligar a muchos deportistas a remodelar toda la preparación que tenían prevista. De esa circunstancia es consciente el vilagarciano Antón Paz, oro olímpico de vela en Pekín 2008 y preparador de varias embarcaciones de la clase Nacra para los Juegos Olímpicos.

El vilagarciano, que se encuentra confinado en su casa por causa del Covid-19, tiene todavía la opción de conseguir esa clasificación a través de uno de los dos equipos polacos que entrena.

"Estaba previsto que peleasen por la última plaza del continente europeo para las Olimpiadas en la prueba que se iba a celebrar en abril en Génova, pero la expansión del coronavirus han cambiado por completo las circunstancias de entrenamiento para todos y supongo que esa prueba clasificatoria se pasará al próximo año", señala Paz.

Sin llegar a los extremos de España, los polacos también están sometidos a restricciones importantes, por lo que "entrenar no resulta sencillo".

De todas formas, Paz está en contacto con ellos pero, sin tocar el mar, lo normal "es centrarse en preparar la táctica y mantener el tono físico", algo muy similar a lo que decidió hacer el equipo español de Vela, confinado en Santander, donde están centrados en las clases técnicas y en mejorar la táctica al no poder salir a navegar por las estrictas medidas de la alerta nacional.

En estos momentos, aventurarse a marcar un programa de trabajo definido "es una total incertidumbre porque no sabes si se va a extender el confinamiento, no sabes cuándo se va a poder tocar el agua con los barcos y resulta complicado, por eso esperamos que la prueba en la que se otorgue la última plaza para Tokyo se dispute el próximo año".

No es el único equipo polaco que tiene bajo su tutela el vilagarciano, ya que también entrena a otra tripulación muy joven cuyo objetivo está más lejos de Tokyo, ya que están centrados en poder participar en las Olimpiadas de París 2024.

El vilagarciano también estuvo entrenando a una tripulación japonesa que, finalmente, no había logrado la clasificación para las Olimpiadas que se iban a celebrar en su país. "Desconozco si la decisión de alargar un año más el período olímpico puede abrir de nuevo la posibilidad de pelear por una plaza porque todavía no se han registrado comunicaciones de la Federación".

Alargar un año más el ciclo olímpico es algo que despierta sensaciones contradictorias para un hombre que sabe lo que es pelear por una medalla.

Por un lado, el vilagarciano destaca que "se puede convertir en una presión añadida para el deportista, que ve como se alarga el objetivo un año más y debe volver a planificar todo, ese sobreesfuerzo, alargar el estrés un año más, puede acabar pasándole factura".

Por otra parte, es positivo para "muchos atletas que, por diferentes problemas, sobre todo lesiones, no iban a poder estar o iban a llegar muy justos de forma a la cita