La expansión del COVID-19 ha trastocado por completo todas las competiciones, desde las ligas a aquellas orientadas hacia la clasificación para los próximos Juego Olímpicos de Tokyo, una de las pocas citas que todavía no se ha aplazado o suspendido. En esas olimpiadas existía la posibilidad de que alguno de los integrantes de la flota arousana de piragüismo participase, siempre y cuando superase unos selectivos en dura pugna con otros compañeros. Sin embargo, la Federación Internacional de Piragüismo ha descartado, de manera oficial , la celebración de las competiciones preolímpicas pendientes, en las que se deberían clasificar el 15% de las plazas que faltan por otorgar.

Esta decisión, a nivel nacional, supone cerrar la puerta de la cita olímpica, siempre y cuando esta sed mantenga este año, a palista de la comarca de O Salnés, ya que se va a tomar como referencia los resultados de la pasada temporada. Eso deja fuera del sueño olímpico al vilanovés Manuel Fontán, del Náutico O Muiño de Ribadumia, que iba a participar en el C-2 1.000 con el cangués Pablo Graña; a su compañera de equipe o María Pérez, que pelearía por el C-2 500; y a Diego Romero, del Breogán de O Grove, que aspiraba a luchar por un lugar en las Olimpiadas a través del C-1 1.000. Las clasificatorias olímpicas mundiales de esprint y paracanoe previstas para Duisburgo (Alemania) no se van a celebrar del 21 al 24 de mayo, e imposibilita la celebración de los selectivos que se iban a disputar en España para designar las embarcaciones clasificadas para esa competición.

Uno de los principales afectados por esta decisión es Diego Romero. Tras haber logrado varios entorchados mundiales en una disciplina como el Maratón, el palista del Breogán se había marcado como objetivo conseguir una clasificación olímpica aprovechando uno de los mejores momentos de su carrera deportiva. El palista del club meco reconoce la ilusión, pero también es consciente de "las circunstancias en las que nos encontramos que hacen que el deporte y los retos personales queden en un segundo plano ante una emergencia sanitaria mundial como la que vivimos". A ello se une que, aunque todavía sin haberse suspendido, "ya hay voces del Comité Olímpico Internacional que consideran que debe aplazarse la celebración de los Juegos; hay que tener en cuenta que en los países del hemisferio sur todavía no ha comenzado el otoño por lo que los picos de coronavirus en esas zonas pueden darse en plena celebración de los Juegos y sería una preocupación más a la que ya se tiene".

El palista continúa entrenándose como puede en asa e insta a todo el mundo a "permanecer en el interior de ellas hasta que pase todo esto, siguiendo las indicaciones que nos dan las autoridades para evitar sufrir un contagio y conseguir cambiar la curva". También insiste en que "si los deportistas acudiésemos a entrenar, habría mucha más gente en la calle, no solo nosotros, sino también las personas que nos abren y cuidan las instalaciones; eso no tendría mucho sentido".

Al igual que su compañero Tono Campos, Romero forma parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Integrante de la Brigada Ligera Aerotransportada (Brilat) con sede en Pontevedra, su unidad todavía no se ha sumado a las tareas de desinfección y control que están realizando sus compañeros en lugares como Pontevedra, Vilagarcía o Vigo.

"Será cuestión de días, o incluso de horas, que mi unidad se incorpore a estas tareas", señala.

De hecho, las órdenes que ha recibido el integrante del Breogán es que mantenga el confinamiento a menos de dos horas de distancia de la base de la Brilatf en Figueirido para una posible incorporación inmediata".

Al igual que las unidades que están sobre el terreno, Romero espera realizar el trabajo para el que ha sido preparado, "ayudando en aquello que se nos requiera, sean tareas de desinfección, limpieza o controlando las calles; lo que tenemos claro es que es necesario frenar la expansión del virus cuanto antes y lo mejor para ello es que la gente se quede en su casa durante estos días".