La situación por la que atraviesa el estadio de A Lomba continúa siendo motivo de perturbación en muchos aficionados del Arosa. El hecho de que no se pueda jugar allí desde el 8 de noviembre debido a los retrasos acumulados en la obra del cambio de la cubierta de la grada de Preferencia, solo es uno de los motivos que inquieta a un importante número de seguidores.

Incluso se ha iniciado una campaña de recogida de firmas para denunciar lo que consideran una mala gestión del Concello de Vilagarcía de una instalación que todavía no vislumbra su disponibilidad a tenor de las prórrogas acumuladas por la empresa encargada del cambio de cubierta.

La cuestión del retraso atribuida a la meteorología es entendida por este numeroso grupo de socios del Arosa como una "excusa para tratar de justificar la falta de interés y seguimiento" en una obra que obliga al Arosa y a sus aficionados a tener que desplazarse a otros campos para disputar sus partidos como local.

Todo lo relativo al estado del césped también contribuye al enfado de la parroquia arlequinada. El hecho de que la hierba presente un color amarillento y la superficie una irregularidad evidente no ayuda a aplacar el enfado, más aún después de más de cuatro meses sin celebrarse allí ni entrenamientos ni partidos.

El estado que presentaba el césped de A Lomba tras la actuación de técnicos ajenos a la concesionaria contratada por el Concello de Vilagarcía, es otro de las razones de un enfado que pretende hacerse notar en forma de movilizaciones.