El Cortegada tiene esta tarde (20.00 horas) en Avilés la posibilidad de garantizarse la tranquilidad en lo que resta de temporada en lo que a la permanencia se refiere. La cita es en la cancha del ADBA Avilés, penúltimo clasificado y que sigue la estela de las vilagarcianas en la clasificación.
La ventaja del equipo de Rubén Domínguez es de dos partidos y los 18 puntos que le dieron la victoria en Fontecarmoa en la primera vuelta. Dejar a las asturianas a tres partidos y basket average a falta de solo cinco jornadas supondría certificar virtualmente la permanencia. Por este mismo motivo, el partido de hoy es para las avilesinas toda una final en su intento de albergar alguna esperanza de salir de las dos últimas posiciones.
Las dos únicas victorias del curso para el ADBA Avilés llegaron concretamente ante el Pozuelo, el último clasificado y único equipo que todavía no sabe lo que es ganar hasta la fecha. Pero si mala es la dinámica de las asturianas, la del equipo vilagarciano tampoco invita a la euforia. Ocho derrotas consecutivas que sirven para descubrir las dificultades para ganar desde la salida del equipo de Tyra Jones.
Mantener un buen tono defensivo el mayor número posible de minutos se antoja determinante teniendo en cuenta que se medirán dos de los tres peores ataques de la competición en cuanto a producción de puntos. El promedio de las avilesinas es de 54,8 puntos frente a los 59,5 de las vilagarcianas.
En cuanto a las referencias a tener en cuenta por la defensa del equipo de Rubén Domínguez, el buen momento de la pívot norteamericana Destany Waithe para la principal preocupación. Los 26 puntos y 7 rebotes que sumó la pasada semana alertan de su peligrosidad. La portuguesa Marcia Guimaraes y la ala-pívot vasca Jone Azkue son otras de las jugadoras que forman parte de la columna vertebral del rival de unas vilagarcianas que quieren reconciliarse con las victorias.
