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Una "haltera" hecha a sí misma

Teresa Somoza se convierte en pionera en su especialidad en la comarca - Su pasión y falta de clubes en O Salnés le ha llevado a ser autodidacta en esta disciplina

Teresa Somoza en una de las competiciones a las que ha asistido recientemente. // FDV

"Al principio no me gustaba nada. Veía a mi novio practicar y yo prefería centrarme en el crossfit y nada más, que era lo que me gustaba, pero una cosa acaba llevando a la otra y al final...". Son palabras de Teresa Somoza Paz la única mujer haltera de toda la comarca y que se ha convertido en pionera de una especialidad que sí está muy instaurada a nivel autonómico.

Aficionada al baloncesto desde niña, fue a raíz del paso a la universidad cuando el deporte quedó en un segundo plano. Posteriormente le dio una segunda oportunidad al deporte de la canasta hasta que el gimnasio le terminó ganando al balón en la batalla de preferencias. "Empecé un poco por lo mismo que todo el mundo. Se trataba de bajar un poco de peso. De eso ya han pasado cuatro años y ahora la halterofilia se ha convertido en una motivación diaria".

Después de aquellos primeros meses en el gimnasio, el powerlifting se fue haciendo un hueco entre sus inquietudes. Se trata de una disciplina que se basa en tres movimientos básicos: press de banca, sentadilla y peso muerto. El placer de ir subiendo sus propios registros empezó a calar en el ánimo de la vilagarciana. De ahí dio el salto al crossfit. Una modalidad que también auna diferentes técnicas propias de la halterofilia y el enganche fue ya irrefrenable.

Otra de las chispas necesarias para la combustión haltera la puso su pareja. "Fue él el primero en empezar a practicar. Se fue interesando y comprando poco a poco material para hacer un pequeño gimnasio en casa. Yo no quería saber nada al principio, pero sobre el mes de abril de 2018 empecé y me enganché por completo".

Aquella pasión compartida tuvo su fiel reflejo en la evolución de aquel pequeño gimnasio doméstico. De compartir espacio con la lavadora y el tendal, aquella habitación terminó por convertirse en un espacio deportivo totalmente especializado. "El gimnasio lo hicimos todo entre Roberto y yo, en una habitación de una casa vieja que está en la finca de sus padres. Desconchamos paredes, picamos suelo, echamos cemento, pintamos... Nunca había hecho albañilería pero el trabajo mereció la pena. Toda una aventura para poder tener un sitio donde entrenar".

De una manera muy autodidacta, y con internet como mejor aliado a la hora de formarse, la evolución en el entrenamiento fue abriendo las puertas a la competición. Sin clubes en la comarca tocaba abrir otras vías para encontrar un lugar apropiado para dar el salto. "Conocí a través del crossfit a un chico que pertenecía al Club Halterofilia Vigo. Hablé con ellos en julio de 2018 y en septiembre ya pude hacer mi primera competición".

Reconoce que se vio sorprendida cuando se dio cuenta de que en una ciudad del tamaño de Vigo la práctica de la halterofilia está muy normalizada, "no sabía que había tantos practicantes. También muchas chicas y con mucho nivel. La verdad es que me sentí muy bien acogida porque no pago la ficha para competir y además también me ayudan con los viajes".

Su cada vez más profunda inmersión en esta disciplina no tuvo un arranque fácil. "Mi madre al principio no lo veía con buenos ojos. Antes de empezar a competir siempre me insistía en que tuviese mucho cuidado en no hacerme daño. Luego, cuando vino a ver la primera competición, ya le cambió el chip".

Con un rodaje ya importante en materia competitiva, Teresa Somoza mira atrás con humor, "ahora me veo en aquella primera vez que competí y estaba muy verde. Ahora con la técnica me siento mucho más segura cada vez y se nota la mejoría".

Con Lydia Valentín como referente, la haltera vilagarciana reconoce que una de sus máximas motivaciones es conseguir una medalla en un Campeonato de España. Hasta el momento el circuito autonómico ocupa su actividad. Precisamente en la primera prueba de este año finalizó en octava posición en la categoría de menos de 71 kilos. Sus 70 kilos en la modalidad de arrancada y los 83 en dos tiempos, son hasta la fecha sus mejores marcas personales. Dedicación, motivación y esfuerzo no faltará para superar esos registros.

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