Decía Rafa Sáez en la previa que el Racing Vilalbés es de esos equipos que hace sufrir a los rivales, que consigue estar siempre dentro del partido y que sus resultados siempre son por la mínima. El técnico arlequinado acertó en el guion, porque con esa intención se presentaron los lucenses en el Municipal de Vilaxoán y consiguieron arañar un punto ante un Arosa que estuvo como acostumbra en la primera mitad pero que bajó muchos enteros en la segunda, cayendo en la trampa de un rival que se mueve como pez en el agua en el juego directo y en la presión buscando un robo para contraatacar.
Los primeros minutos, los arlequinados tocaban y tocaban el balón ante una defensa tupida, tratando de encontrar el hueco que les permitiese gozar de una ocasión. En esos minutos, gozaron de dos saques de esquina con escaso éxito y de varios centros desde ambas bandas que no encontraron rematador.
Pese a ese dominio, la primera ocasión clara fue para los visitantes. Un error en el despeje de Pacheco permitió a José Varela plantarse solo ante Manu Táboas, pero su disparo salió excesivamente cruzado. Otro balón a la espalda de la defensa fue muy bien aprovechado por Morena, cuyo centro se envenenó tras tocar en un defensa y obligó al meta local a despejar con apuros. El juego era local, pero las ocasiones eran visitantes en estos primeros minutos de juego.
La presión visitante comenzó a pasar factura. El Arosa comenzó a tener muchos problemas para sacar el balón, con un Vilalbés que trataba de robar en campo contrario para armar la contra y coger a contrapié a los centrales.
La primera ocasión del Arosa fue un disparo lejano de Suso Martínez que se fue rozando el palo tras tocar en un contrario cuando corría el minuto 21. Fue la antesala del gol. En una larga jugada de saque de banda, la defensa lucense no acertó a despejar ni los delanteros arlequinados a disparar hasta que el balón le cayó a Catú, que fusiló a Javi Rumbo sin que este pudiese hacer nada.
En el minuto 27, el Arosa pudo hacer el segundo, en un robo de Róber, que ganó la línea de fondo para ceder atrás. Allí apareció Jorge Sáez cuyo disparo se colaba, pero apareció providencial un pie de Muiña para sacar el balón sobre la línea. El Arosa dominaba y comenzaba a llegar con peligro, reclamando un penalti sobre Joel Sanabria que el árbitro no quiso ver. Consciente de que los puntos se escapaban, el Vilalbés comenzó a presionar en campo contrario. López tuvo el empate en el 32 en un disparo lejano que sorprendió a Manu Táboas y se estrelló con violencia en el larguero. La respuesta fue un centro raso de Jorge López que Joel Sanabria no acertó a embocar en línea de gol. El partido había entrado en un toma y daca constante por los riesgos que asumía el Vilalbés, que complicaba la salida de balón arlequinada, pero una vez que se superaba esa primera línea, aparecían los espacios para crear ocasiones claras.
La segunda mitad se presentaba bastante propicia para que los arlequinados pudiesen cerrar el encuentro, pero Sáez se encontró con el primer contratiempo, la lesión de Joel Sanabria. El paraguayo no había estado especialmente brillante con el balón, pero había peleado muy fuerte con los centrales y obligaba al vilalbés a tener varios hombres vigilándole siempre. Sáez recurrió a la velocidad de Javi Otero, que no es un nuevo puro y el equipo pareció notarlo. Aunque el Arosa mandaba con el balón, era el Vilalbés el que ponía las ocasiones. José Varela no llegó por poco a un balón y Make no acertó a embocar tras regatear a Manu Táboas. Pese a los dos sustos, el Arosa no dudaba en arriesgar buscando el segundo tanto, adelantando mucho las líneas y arriesgando al jugar el balón desde atrás. Manu Táboas volvió a ser providencial con una mano salvadora a un centro chut de David Buyo. Róber pudo anotar el segundo, pero su disparo no encontró portería. Los arlequinados parecían tener el control del encuentro, pero lo corto del resultado no inspiraba tranquilidad ante un equipo correoso y complicado al que le gusta correr con espacios. Avisó Cuadrado en una cabalgada que acabó en córner. A la salida del mismo, el balón fue peinado por Muiña y Moreda remataba en el segundo palo libre de marca, anotando el empate en el minuto 68.
El tanto fue un jarro de agua fría para los locales. Quedaba tiempo para desnivelar la contienda, pero los hombres de Rafa Sáez se toparon con un muro, contra el que chocaban una y otra vez. El partido se encontraba donde quería el Vilalbés, que acumulaba hombres por detrás del balón y presionaba la salida del balón para forzar un error local que les otorgase los tres puntos. Esa ocasión la tuvieron poco antes de que se cumpliese el tiempo reglamentario, en un disparo de Ángel al que Manu Táboas respondió con una parada espectacular para desviar el balón a córner, aunque el árbitro decretase saque de puerta. El Arosa comenzó a colgar balones al área, en los instantes finales, pero se encontró con un entramado defensivo que siempre conseguía cortar o rechazar el esférico.
Con este empate, los arlequinados mantienen la tercera plaza de la clasificación, aunque la distancia con sus inmediatos perseguidores se aprieta todavía más en esa lucha por conseguir la clasificación para el play off de ascenso.
