El Arosa jugará esta tarde su sexto encuentro consecutivo en el exilio por las obras de A Lomba, un exilio que no le ha ido precisamente mal, ya que ha conseguido alcanzar la tercera plaza durante este período. Sin embargo, la lentitud de las obras de A Lomba y el cuidado del césped preocupa en el seno del club, y sobre todo, a la afición. En el anterior encuentro disputado en el Municipal de Vilaxoán, la afición mostró su malestar por esta situación luciendo pancartas, una protesta a la que se sumó el equipo, al no disputar el primer minuto de juego ante el As Pontes. El Concello, tras las críticas recibidas, espera que la obra se pueda finalizar este mismo mes. De cumplirse esas previsiones, el Arosa volvería a jugar en A Lomba el próximo encuentro, contra el Paiosaco el 8 de marzo.
