Fontecarmoa (19.30 horas) espera al Cortegada con los brazos abiertos. Tocará a la afición local dar la bienvenida a la temporada al equipo después de las heridas recibidas en León en la primera jornada con el 94-55 que cerró el marcador.
Aquella derrota tendrá que convertirse en el punto de partida del resurgir en la competición de las jugadoras de Rubén Domínguez y no existe mejor escenario para sus intereses que el de Fontecarmoa.
Enfrente estará esta tarde el Añares Rioja, un equipo que como la gran mayoría de la competición, parte con unas expectativas más elevadas que las del equipo vilagarciano, pese a que también perdieron en la primera jornada. En su caso ante el Real Canoe por 80-84.
Una de las cuestiones en las que el Cortegada se verá muy exigido esta tarde es en lo referente a la batalla debajo de los tableros. Y es que precisamente es ahí donde radica una de las características destacables de la formación vasca. La pareja integrada por Jessica Fequiere y Jaisa Nunn ya dejó muestras de su enorme calidad en la primera jornada. Sus números de 46 puntos y 25 rebotes entre ambas dejan bien a las claras donde están las primeras opciones en el juego de su equipo.
Otros nombres a destacar son los de la serbia Andela Radovic o el de Cecilia Muhate dentro de un engranaje en el que participan habitualmente hasta diez jugadoras.
Evitar las lagunas de concentración y aumentar la intensidad en las dos partes de la cancha, se antojas necesidades perentorias para el Cortegada respecto al debut fallido en León. A ello hay que añadir la importancia de un debut en casa para un equipo tan joven como el de Rubén Domínguez. Y es que recuperar cuanto antes las buenas sensaciones es parte fundamental para seguir construyendo en aras de convertirse en un conjunto lo más competitivo posible en esta competición.
