El Arosa regresa esta tarde a A Lomba (18.00 horas) para medirse al Estradense, un recién ascendido solvente y muy fiable a la hora de afrontar sus encuentros como visitante. Sin embargo, el vestuario de los arlequinados se ha conjurado para convertir A Lomba en un fortín del que se escapen muy pocos puntos, base fundamental para mantenerse en la lucha por los primeros puestos. Así lo reconoce el técnico arlequinado, Rafa Sáez, al asegurar que "debemos ser fuertes y fiables cuando jugamos en casa, el vestuario lo sabe y por eso nos hemos conjurado para convertir A Lomba en un fortín". En esa conjura no solo prima el ánimo de sumar el mayor número de puntos, si no también la intención de "devolver a nuestros socios y aficionados todo el apoyo que se nos presta desde la grada, porque en Vilagarcía, la gente es muy fiel al equipo; hacer un buen papel como local anima a la gente a acudir a A Lomba y ese es nuestro objetivo".

En lo que respecta al rival de esta tarde, Sáez apunta a que es un equipo que "llega en una inercia positiva tras conseguir el ascenso, es cierto que perdió ante el Arzúa, pero se recuperó y la pasada jornada, con un sistema de tres centrales, ganó con solvencia al Paiosaco". El objetivo de los arlequinados es neutralizar su juego desde "nuestros argumentos futbolísticos, tenemos que consolidar nuestro estilo y reforzar nuestros conceptos de juego". Uno de los grandes handicap que va a tener que afrontar el técnico arlequinado son las tres bajas con las que llega al encuentro. Sáez no podrá disponer del delantero Pedro Beda y del defensa Pacheco por sanción federativa, mientras el delantero Cissokó continúa a la espera de que llegue el ansiado tránsfer de la Federación Gibraltareña de Fútbol. Con esos mimbres, Sáez carece de un punta nato, por lo que tendrá que reinventar a un jugador en esa posición. En Ourense, el elegido fue Javi Otero, una opción que podría repetirse, ya que, más allá de la derrota cosechada en O Couto, la experiencia "fue muy positiva, ya que nos aportó muchas opciones de juego; el Arosa no tiene un once, tiene 17 posibilidades para la titularidad, a las que se suman las que nos ofrecen los juveniles que entrenan con nosotros, que han ofrecido un muy buen nivel".

En Ourense, el club se sintió perjudicado por las decisiones arbitrales, sobre todo, la decisión de expulsar a Pacheco en el penalti que dio origen al primer tanto, donde no es el defensa el que le toca, sino que es el meta Manu Táboas. Sáez no quiere entrar a valorar las decisiones arbitrales ni remover el pasado, ya que "esta es una liga muy larga, de 38 jornadas en las que ocurren muchas cosas, lo mejor que se puede hacer es mirar para delante y centrarse en el siguiente partido, ya que el pasado no lo vas a cambiar".