El Arosa sufrió su primera derrota de la liga ante un rival directo, la UD Ourense, un golpe que llegó acompañado de polémica con la expulsión de Pacheco por doble amarilla en la jugada del penalti que propició el primer tanto ourensano. Esa amarilla será recurrida por el club, que cuenta con imágenes que demuestran que el central arlequinado no derriba al atacante ourensano, sino que es el meta, Manu Táboas, el que le toca ligeramente antes de que se trastabille.
La expulsión de Pacheco se suma a la de Pedro Beda en la primera jornada, dos circunstancias que han impedido que el cuadro arlequinado haya finalizado con once hombres los dos encuentros que ha disputado. Además, en la casa arosista se quejan de que las dos expulsiones son injustas, pues la de Beda fue por una simple protesta y la de Pacheco llega tras una falta que él no cometió.
El resultado registrado en O Couto ya no se puede cambiar, pero, al menos, el club espera que sus alegaciones sean escuchadas por el comité de competición, sobre todo, porque la baja de Pacheco es muy importante para un plantel excesivamente corto. A la espera de que prospere el recurso y sin que el delantero guineano Cissoko haya recibido todavía el permiso de la federación gibraltareña, Rafa Sáez solo cuenta con 14 jugadores de la primera plantilla para recibir al Estradense el próximo domingo, en un duelo muy importante para mantenerse arriba en la clasificación. Si no resuelve a su favor la Federación, el técnico arlequinado deberá recurrir a los juveniles para completar la convocatoria.
Esas bajas, además, se concentran en dos puestos clave, el de delantero centro, donde actúan Pedro Beda y Cissokó, y en la defensa, donde Pacheco ejerció como central en los dos encuentros disputados, aunque su puesto es el de lateral. En el partido contra el Estradense, Sáez va a tener que reinventarse de nuevo y tirar de la polivalencia de su plantilla.
