Suma y sigue el Asmubal en su labor de realizar fichajes para cerrar un plantel competitivo con el que reaparecer en Segunda Autonómica, pero con el objetivo ya pelear a las primeras de cambio el ascenso. Y el quinto fichaje de la saga confirma la ambición, al incorporar ayer a un refuerzo de campanillas que llega de la Primera Nacional, en la persona de Ignacio Otero Rey "Nacho", grovense que procede del Rasoeiro para reforzar la primera línea meañesa.

A sus 28 años el jugador aportará una buena dosis de experiencia, habiendo venido siendo uno de los habituales del plantel grovense en su periplo de tres temporadas por la Primera Nacional. De hecho, Nacho Otero cerró la última campaña con su mejor aportación en el equipo grovense, materializando 42 goles en liga -siendo el séptimo goleador del ranking en el plantel azulón- por las 23 de dianas de la liga 2017/18, y 11 en la 2016/17.

El técnico del Asmubal, Víctor Garrido, reconocía sentirse "contentísimo, porque con Nacho jugué toda la vida y, de hecho, nos une desde hace años una gran amistad". "Es un jugador -agrega- que tiene una visión de juego magistral, lo que va a favorecer más fluido el juego del colectivo, amén de darnos un plus individual para decidir cara a puerta".

Nacho Otero explica su cambio de aires: "el club de Meaño apostó por mí, y realmente a mí me apetecía un cambio, que supusiera enrolarme en un proyecto nuevo desde el inicio, y ese proyecto estaba en Meaño". En su afán está el "aportar al equipo todo lo que pueda desde mi polivalencia, porque me desenvuelvo bien en varias posiciones, allí donde el técnico me necesite. La verdad, tengo ganas ya de empezar a entrenar en Meaño con el nuevo equipo".

Quinta incorporación

El suyo era el quinto fichaje para un plantel que suena bien para sorprender e irrumpir a las primeras de cambio, en este retorno con la lucha por el ascenso por medio. En su llegada le precedieron este verano el central Pablo Garrido (Rasoeiro), el primera línea Carlos Gehrhardt (Teucro de Asobal), Iván Campos, el goleador del Xallas que se quedó a las puertas de ascenso a Primera Autonómica y, el último, el joven zurdo meañés Pablo Piñeiro que regresa a Meaño para estrenarse como sénior después de un año en las del Rasoeiro grovense.