Javi Rey no tira la toalla todavía. Para ello necesita superar al Laracha en la última jornada del que le separan dos puntos y que recibirá al Porriño la última jornada. De hacerlo evitaría los cuatro puestos de descenso directo y la permanencia del Céltiga quedaría a expensas del saldo de ascensos y descensos en Segunda División B, "aún nos queda una bala y confío plenamente en el Porriño".

Sobre lo acontecido en O Morrazo señaló el entrenador del Céltiga que "fue el resumen de la mala suerte de toda la temporada. Nos quedamos con cara de tontos con un gol en el 95 después de tener el empate, pero muy orgullosos. Nada que reprocharle al equipo. Defendimos el nombre y el escudo del Céltiga con muchísima dignidad. Cuesta mantener el ánimo en un partido como el de hoy. El equipo se recuperó como pudo. Hoy otra vez pasa lo mismo que en el partido del Bergantiños. El trabajo de mis jugadores no tiene premio. Nada que decirles y animarles a darlo todo en el último partido".