El Alondras se jugará estar o no en la fase de ascenso en la última jornada. Los cangueses recuperan la cuarta plaza, tras la derrota del Choco y la sufrida victoria canguesa, ante un Céltiga, que tendrá muy complicado mantener la categoría.

Mucho calor en la tarde de ayer en O Morrazo, lo que condicionó bastante el ritmo de juego. Lograba adelantarse muy pronto el conjunto local, gracias a un golazo de Álex Rey, que sorprendía a Marcos, con un potente disparo desde unos 30 metros, que se colaba por la escuadra. No le quedaba otra al cuadro visitante que ir a buscar el partido. Sevivas tímidamente ponía a prueba a Nucho al cuarto de hora, pero donde de verdad daban sensación de peligro los hombres de Javi Rey, serían en acciones a balón parado, consiguiendo forzar un buen número de saques de esquina, haciendo sufrir a los morracenses en defensa.

Tras el descanso el Céltiga, a base de acumular hombres en ataque y jugar un fútbol directo, obligaba al Alondras a ir retrocediendo poco a poco, teniendo más el control y la iniciativa la escuadra arousana. Yelco, tendría el segundo en su cabeza, pero su remate bastante cómodo, lo enviaba alto.

Pasaban los minutos y el Céltiga incomodaba con balones colgados, mientras el Alondras, no aprovechaba los espacios que le cedía su rival. Conforme se acercaba el final, el nerviosismo era más patente en los pupilos de Antonio Fernández, que no eran quien de mantener una buena posesión para calmar las aguas.

Muy cerca estuvo el Céltiga de empatar el partido, fallando una clamorosa ocasión el recién incorporado Juanín, quien completamente solo para empujar el balón a la red, no era quien de contactar con el esférico, desperdiciando la mejor ocasión. A falta de cinco para el final, una mala salida de Nucho, casi le cuesta caro a los locales, disponiendo de un segundo balón Javi Ben, al que Nucho respondía con más acierto que en su salida.

El Alondras había desperdiciado más de una contra a lo largo de la segunda parte, pero no desaprovechaba la última que se le presentó ya con el tiempo cumplido. Yelco se iba en velocidad de Nico Del Río, teniendo este que derribar al delantero alondrista, suponiéndole la expulsión al zaguero visitante. La falta señalada al borde del área, la transformaba Yelco con un golpeo raso y ajustado, decretando en ese mismo instante el colegiado, el final de un partido que deja al Céltiga en manos de terceros.