Durante toda la temporada, el Ribadumia cree que arrastra una serie de decisiones arbitrales que no le han beneficiado por lo que lo ocurrido el pasado miércoles en el campo de Porta Santa, en Paiosaco, ha sido la gota que colmó el vaso. El director deportivo y vicepresidente de la entidad, Félix Pérez, subrayaba ayer que "han sido situaciones que se han ido repitiendo una y otra vez durante toda la temporada; jornada tras jornada hemos visto como se tomaban decisiones inexplicables que nos perjudicaban y creemos que no están teniendo respeto hacia esta institución, un respeto que no se cansan de pedir para ellos".

Más allá de los penaltis o goles anulados, Pérez hace hincapié en las numerosas lesiones que ha sufrido el equipo, la práctica totalidad de ellas en lances con contrarios en los que "no se amonestó ni siquiera al jugador causante, es más, en alguna de esas ocasiones la amarilla se la llevó uno de los nuestros por dirigirse al árbitro". La queja de Pérez no es oportunista en este caso, ya que su equipo llegó a tener hasta once bajas por lesiones al mismo tiempo. El último en caer fue Fran Fandiño, con un fuerte esguince en un pie tras una entrada de un jugador del Paiosaco que "ni siquiera vio tarjeta amarilla". El director deportivo de la entidad aurinegra no pretende escudarse en los árbitros para justificar su mala situación en la tabla, ya que reconoce abiertamente que su equipo tiene muchos problemas para hacer gol, pero "sí que esos factores externos, incontrolables para el club, han tenido su peso". Durante esta campaña han visto como a jugadores de otros equipos se les retiraban tarjetas y "a nosotros, presentando incluso vídeos que dejaban en evidencia la decisión del árbitro, se nos denegaba la retirada". Incluso, llegaron a remitir al comité de arbitraje un escrito en el que pedían respeto para la entidad pero que "parece haber caído en saco roto, porque los errores en nuestra contra continúan".

Es más, tratar de hablar con los árbitros para que clarifiquen los motivos de sus decisiones "es una tarea prácticamente imposible, parecen un colectivo amparado por una ley secreta, a los que no puedes dirigirles la palabra". Pérez también cree que es necesario que los árbitros de la tercera División se ajusten a la calidad de la categoría, ya que no siempre se encuentran a la altura, y "así como se sanciona a un jugador, igual era necesario sancionar también a los árbitros".