Dos referentes del fútbol gallego en los años ochenta en Segunda División B, Arenteiro y Arosa, se verán las caras este sábado (18.00 horas) en un partido capital en ambos polos de la clasificación.

Los de Carballiño, con 38 puntos, todavía no están liberados de ninguna amenaza de descenso sino más bien todo lo contrario. Además, el partido ante los de Rafa Sáez se les presenta como la mejor oportunidad de puntuar en medio de una fase de calendario que sitúa como sus dos siguientes rivales a UD Ourense y Rácing de Ferrol.

De la calidad competitiva de los ourensanos da fe su línea ascendente de resultados en los dos últimos meses de competición. Solo han caído ante dos de los equipos clasificados actualmente en las cuatro primeras plazas como son los casos del Alondras y el Compostela. Su tarjeta de marcadores se completa con triunfos sobre Ourense (0-1), Lugo B (2-1) y Paiosaco (2-1) y empates con el Somozas, el Céltiga en A Illa y el Silva.

En el Arosa la necesidad de no fallar es una evidencia. Sus cuatro puntos de distancia respecto a la cuarta posición le han dejado en una situación de mínimo margen para el error. Además, la de O Carballiño es la primera de las tres salidas que le restan para reconducir una situación que se ha complicado tras el tropiezo ante el Choco.

Pero el sábado será pleno para el fútbol arousano de Tercera División dado que también han adelantado su fecha el Céltiga y el Ribadumia. El motivo no es otro que ganar un día de descanso en una semana que presenta también jornada el miércoles 1 de mayo.

En el caso de los de A Illa toca confirmar en Ourense que la resurrección experimentada ante el Somozas no ha sido flor de un día. Enfrente un rival que atraviesa por su mejor estado de forma de la temporada. A la vista está que aspira a encadenar una quinta victoria consecutiva ante un Céltiga que se ha vuelto a situar a un punto de la zona de permanencia.

El único de los equipos salinienses que jugará como local es el Ribadumia. Su cita es a las 20.00 horas con el Silva, un rival que con 44 puntos parece haberse desconectado ya hace varias semanas de la tensión competitiva.

Un solo punto de los doce últimos disputados refleja la línea que están siguiendo los coruñeses en el último mes de competición. Ante ello, el Ribadumia poco puede pararse a pensar. La necesidad de hacerse fuertes en A Senra es el principal salvoconducto para certificar una permanencia que se está encareciendo en un fase en la que cualquier error toma una trascendencia casi definitiva.