Alondras y Ribadumia se disputaban tres importantes puntos. Los cangueses por seguir en el tren de candidatos al ascenso y los de O Salnés, por escapar de la zona de descenso. En un partido espeso, el triunfo cayó del lado morracense con un gol del sueco Österholm, al filo del descanso.

El Ribadumia comenzaba el partido dando un par de sustos. A los cuatro minutos un centro desde banda izquierda de Monchito lo remataba Tomás al travesaño. Instantes después un pase entre líneas a Santi, que no tuvo muy claro si asistir o culminar él mismo la jugada, desbaratando una buena oportunidad.

Pasada la primera media hora de juego, el Alondras desaprovechaba una clarísima contra de un cinco contra dos, cayendo a última hora en fuera de juego. El siguiente aviso llegaba de las botas de Champi, que hacía intervenir con acierto a Roberto Pazos bajo palos. Y tras varios intentos, llegaba el único gol de la tarde. Jugada individual de Yelco, que apuró la jugada hasta la línea de fondo y mantuvo la calma hasta el último momento, para cederle el tanto a Österholm y batir al guardameta forastero de un solo toque.

A partir de ese momento dio más prioridad el cuadro de O Morrazo al resultado obtenido hasta el momento, que de ir a buscar la sentencia, pero sin la exigencia de un rival que no mostraba los recursos necesarios para intentar sumar en su visita a tierras canguesas. En otra contra el Alondras pudo conseguir el segundo, con un tiro seco y raso de Yelco, al que respondía fantásticamente Pazos. Sería lo último destacable de cualquiera de las dos escuadras en ataque.

La derrota deja a los aurinegros a dos puntos de la permanencia en una carrera que le obliga a rehacerse dentro de diez días en A Senra ante el Silva.