El Céltiga resurge en el momento más oportuno. Los tres puntos ante el Somozas eran materia obligada para no perder el pulso en las profundidades de la clasificación y los de A Illa respondieron. El 2-0 final vuelve a situar la distancia respecto a la zona de permanencia en un punto, lo que aumenta sus probabilidades de éxito en unas últimas cinco jornadas que serán de auténtico infarto.

El plan de los de Javi Rey quedó claro desde el principio. La idea pasaba por apretar la salida de balón de los visitantes y construir a partir de la pérdida rival. En esta faceta el trabajo de Javi Ben e Igor Sevivas en primera línea se vio fortalecido en cuanto a efectividad por el resto de compañeros. Los informes indicaban que el Somozas es un equipo de elaborar en corto en fase de inicio y la lectura fue la correcta por parte de los isleños.

Un penalti sobre Igor Sevivas se convirtió en la llave maestra necesaria para abrir la lata. Marcos Bermúdez fue el encargado de ejecutar con un buen zurdazo que convirtió al portero en goleador al ganarle el duelo a su homólogo Manu Cedrón.

La ventaja condicionó un nuevo panorama. El Céltiga bajó su línea de presión y el Somozas dispuso del balón, pero sin generar sensación de peligro. El buen posicionamiento local también tuvo mucho que ver en ello.

Con el 1-0 se llegó al descanso tras el cual los locales no variaron su idea de contención y contraataque para castigar los riesgos que asumiese el cuadro coruñés. El buen repliegue local hizo que la mejor ocasión visitante para empatar llegase en una acción a balón parado, concretamente en un córner que terminó estrellándose en el poste de la portería de Marcos Bermúdez tras un buen cabezazo.

Las situaciones para poder correr también aparecieron en el caso del Céltiga. Igor Sevivas y Javi Ben dispusieron de sendos mano a mano en los que Manu Cedrón salió airoso en ambos. Y ya con el Somozas a la desesperada buscando salvar los muebles, Diego Lamas apareció para hacer el 2-0 y terminar con la incertidumbre derivada de la corta ventaja.

Los rojiblancos recuperan así el aliento para encarar un tramo final de liga en el que se calcula que serán necesarias tres victorias más para mantener la categoría.