Irlanda demostró sobre el césped de A Lomba los motivos por los que está considerada como la gran rival de España para colarse en la fase final del Europeo sub-19 que se disputará el próximo verano en Escocia. Las irlandesas barrieron a la república Checa y, ayer, hicieron lo propio con Serbia, a la que superaron con solvencia y endosándole también cuatro goles, mientras su rival no era capaz de perforar la portería de Kelly.

Irlanda fue muy superior a una selección serbia a la que se le hizo muy largo el encuentro. Comenzaron bien las de Stojkanovic, siendo incluso las primeras en crear peligro, pero poco a poco, Irlanda se fue haciendo con el encuentro, imponiendo su físico y su mayor competitividad. En ello les benefició que el campo estuviese muy pesado por la lluvia que se cebó con Vilagarcía desde la madrugada anterior.

Tan solo habían transcurrido veinte minutos cuando Tiegan Ruddy abrió el marcador para las irlandesas con un golazo desde fuera del área. Pese a verse por debajo en el marcador, las serbias trataron de replicar y estuvieron muy cerca de igualar la contienda con una clarísima ocasión cuatro minutos después del tanto irlandés, pero el disparo se estrelló en el larguero, y el rechace no pudo ser aprovechado. Al igual que ocurrió hace unos días con Hungría, Irlanda volvía a tener mayor clarividencia en ambas áreas, mostrando una importante solvencia defensiva y un gran acierto de cara a la portería rival.

La de David Connell cerraron el encuentro en la segunda mitad. Antes de que se reiniciase el encuentro, Connel dio entrada a Kelly Brady, un cambio que resultaría decisivo, ya que anotaría dos de los tres tantos que llegarían después. El primero de ellos fue en el 57 y resultó fundamental para que las irlandesas se encontrasen con el camino expedito hacia la victoria, ya que anotaron otros dos, pero pudieron ser varios más de haberse mostrado un poco más acertadas en la definición,