El Arosa está nuevamente en zona de alerta máxima. La inesperada derrota en Porriño obliga a tener que apretar nuevamente el acelerador en las ocho jornadas que restan, si bien el duelo directo que disputará el domingo (18.00 horas) en A Lomba ante el Barco adquiere mucha más notoriedad.

El hecho de que los de Valdeorras sumen cuatro puntos más en su haber que los vilagarcianos es una cuestión que añade todavía más trascendencia. Un Barco que llegará a A Lomba después dejar atrás una extraordinaria racha negativa cifrada en diez jornadas consecutivas sin ganar. Solo el buen hacer durante la primera vuelta permitió atenuar el impacto de tanta sequía de triunfos para seguir vivos en la pelea por el play-off.

Su reciente victoria sobre el Compostela no es más que la confirmación a un cambio de tendencia en sus resultados que le ha llevado a ganar 7 de los últimos nueve puntos para alcanzar un total de 49. Todo ello con una plantilla hecha a golpe de talonario y que cuenta además con una amplia lista de futbolistas con experiencia en Segunda División B.

Quizá el talón de Aquiles más evidente del Barco está en su rendimiento como visitante. Tanto es así que es uno de los pocos equipos en liza que todavía no sabe lo que es ganar a domicilio en lo que va de 2019. Es más, para ubicar su última victoria a domicilio hay que remontarse al 2 de diciembre cuando ganó precisamente en Porriño.

Por otro lado, en el Arosa existe preocupación por el estado del terreno de juego dado que A Lomba albergará dos partidos previos esta semana que, junto a las lluvias, pueden castigar aún más el estado del césped.