El Obradoiro, invicto y ya campeón de la competición en Primera Autonómica, tuvo que emplearse muy mucho a su paso por Fontecarmoa para superar a un Sigaltec al que la suerte no le acompañó en un final muy igualado.
En todo momento los de Xoán Trigo plantaron cara a un rival que le superaba claramente en el aspecto físico, sobre todo debajo de los tableros. Ante esa desventaja, los vilagarcianos aplicaron al juego un ritmo elevado y constante que puso en muchas dificultades al filial obradoirista.
A la llegada del descanso el marcador era favorable a los naranjas por 35-33, pero ya estaba empezando a hacer mella las muchas faltas personales que arrastraba el Sigaltec. Ya durante el tercer periodo, el Obradoiro aumentó su frecuencia de visitas a la línea de tiros libres en un momento en el que al Sigaltec le estaba costando anotar, lo que permitió a los compostelanos abrir unas distancias mínimas.
Reaccionaron los naranjas durante los diez últimos minutos recuperando opciones en el marcador. Ya en el tramo final, la defensa zonal compostelana, unido a su dominio reboteador, obligaron a su rival a mantener un nivel de acierto que no se mantuvo constante para poder ganar el partido. Además, una canasta triple y adicional del Obradoiro le permitió gestionar el marcador en el tramo final cuando todo estaba muy igualado. Donde no hubo equilibrio alguno fue en los 27 tiros libres lanzados por los visitantes frente a los 10 de los que dispuso el Sigaltec.
La derrota minimiza y mucho las opciones de alcanzar una de las cinco primeras plazas. A falta de tres jornadas, los vilagarcianos están obligados a ganar sus tres encuentros y esperar que los resultados le acompañen para hacer valer sus posibilidades.
