La derrota más dolorosa de la temporada

El Arosa ha echado por tierra gran parte de todo lo bueno cosechado en los duelos ante rivales de la alta nobleza de la liga. Tocaba ponerse el mono de faena en Porriño, ante el colista, pero los de Rafa Sáez mostraban una cara demasiado amable con el rival, especialmente en materia defensiva. Ahora, tras una excelente oportunidad perdida, toca volver a demostrar que su candidatura al play off aún tiene visos de realidad más allá de la pura matemática.

La intensidad fue norma general en el arranque. El balón visitó las áreas desde muy temprano. La primera tuvo como protagonista a Sylla, pero su remate forzado fue a parar al cuerpo del portero local. Pero fue a la segunda cuando el Porriño inauguró su cuenta. Todo llegó en una acción de córner en el que la pasiva defensa arlequinada permitió un control en el segundo palo y un pase atrás para que Leandro marcase.

El gol ejerció de efecto despertador en los de Rafa Sáez. Tocaba proponer y el Arosa lo hizo ante un rival obligado a replegarse. Un disparo lejano de Trapero fue el anticipo del empate en el córner posterior al conectar con la red Pablo González un balón suelto. Los visitantes habían vuelto al partido y en esa buena dinámica se quedaron a nada del 1-2, pero Sylla no acertó a mandar a portería su remate escorado tras hacer todo lo anterior perfectamente, incluso regateando al portero en su salida.

Los de Manuel Losada fueron sacudiéndose el dominio rival a medida que su posesión aumentaba. Además las concesiones defensivas visitantes le permitieron tener tres avisos muy serios para recuperar nuevamente la ventaja en el marcador. Fueron remates francos en los que el acierto no estuvo de su parte. Era una fase en la que el Arosa había levantado el pie del acelerador, pero aún tuvo la posibilidad de marcar antes del descanso. La desgracia fue que Luis García golpeó fuera una buena asistencia de Carlos Torrado.

El empate no le servía a los de Rafa Sáez y así lo evidenciaron con una fuerte salida tras el descanso. Sylla tuvo la primera, pero su cabezazo se fue arriba rozando el larguero. El Porriño se agazapó tratando de jugar los espacios que dejase la ansiedad del Arosa. Aún así llegó el 1-2 tras una acción de Chiqui cuyo centro desvió Miki a su propia portería.

Y cuando más había que controlar el partido, éste se desató. El Porriño ya no tenía nada que perder y se lanzó. Un remate al larguero avisó de los dos goles que le darían la vuelta al partido. Primero fue Gabri el que empató y, en otra contra, llegó el 3-2 con el Arosa desnortado sobre el césped de O Lourambal en una muy mala tarde.