El mar arousano se ha convertido en toda una universidad de la vela. Todo ello ha sido posible gracias a la Consellería de Educación y al énfasis puesto por del IES Fermín Bouza Brey en optimizar las potencialidades y sinergias de Vilagarcía para que todo aquel que lo desee pueda contar con la titulación académica necesaria para entrenar.
Durante la semana se desarrollan las clases teóricas y prácticas. Las aulas del Centro Galego de Vela son el lugar donde se desarrolla las materias tanto del bloque común como específico. Los profesores Ricardo Núñez y Jesús de Andrés son los que se encargan de transmitir y evaluar los conocimientos en cuestiones como bases de aprendizaje deportivo, bases del entrenamiento deportivo, deporte adaptado y discapacidad, organización y legislación deportiva, género y deporte.
La parte más práctica tiene en Manuel Álvarez a su profesor. Asignaturas como escuela de vela, preparación física del regatista, seguridad en el mar, perfeccionamiento técnico táctico de la vela o vela adaptada, conforman la parte del bloque específico que tiene en el mar arousano la mejor de las aulas posible.
Pero antes de todo ello, la posibilidad de poder conseguir esta titulación parte de un filtro nada sencillo. La primera dificultad a superar es que solo son doce las plazas disponibles para cada promoción. Es el mes de junio cuando se abre el plazo de inscripción en el propio IES Fermín Bouza Brey. Posteriormente, todos tienen que superar unas pruebas de acceso en la que son necesarias diversas nociones básicas de navegación. Además, en el caso que superen más alumnos las pruebas que el número de plazas disponibles, la selección continúa por la nota media de la ESO para establecer un criterio adecuado.
Manuel Álvarez, director del ciclo de vela, deja claro que "todos los años tenemos en torno a 30 solicitudes para poder llevar a cabo el curso. Hay una cierta demanda evidente por ampliar el número de plazas para el alumnado, pero eso ya es una cuestión que depende de las pautas que nos marcan desde la Consellería".
El poder de atracción de esta formación académico-deportiva tiene además el plus añadido de que solo se puede conseguir en lugares como Barcelona, Valencia o Canarias. Desde hace dos años Vilagarcía ha entrado en esa privilegiada selección de lugares contando además con una ventaja adicional que, según como explica el propio Manuel Álvarez, es "el disponer de unas instalaciones perfectas gracias a nuestra buena relación con la Federación Gallega de Vela. Ninguno de los otros lugares de España donde se puede obtener esta titulación cuenta ni con las instalaciones ni tampoco, por supuesto, con un escenario natural como el nuestro para la navegación".
Una cuestión que añade más riqueza a la formación que se imparte en Vilagarcía es la relativa al altísimo nivel de los alumnos en la materia en cuestión. Y es que la posibilidad de adquirir esta titulación académica necesaria se ha abierto como un nuevo horizonte para aquellos que llevan muchos años inmersos en el mundo de la vela, tanto de iniciación como de alta competición. La prueba evidente es que entre el alumnado hay campeones del mundo como es el caso de Toni Ripoll en la clase 420 en categoría sub 17 o Bernardo Paz, campeón del mundo de Platú 25 además de seleccionador gallego de la clase Láser. Incluso Patricia Suárez, en el equipo preolímpico para Tokyo, también acudía el pasado curso.
"Una de las riquezas añadidas que tiene el ciclo es que hay mucha retroalimentación de conocimientos entre los propios compañeros. La gente que se ha interesado por el ciclo en estas dos primeras promociones es gente muy buena y muy preparada, pero que nunca antes habían tenido la posibilidad de titularse", apunta el director.
En solo un año todos los que consiguen plaza pueden obtener el título de grado medio de técnico deportivo en vela. En los primeros meses se lleva a cabo el ciclo inicial, parte en la que también se manejan nociones en otras especialidades de navegación conocidas como de aparejo libre y en la que entran el windsurf y el kitesurf.
Ya la segunda parte del curso, conocida como ciclo final, se especializa en el aparejo fijo, es decir, los barcos de vela y todo lo que ello comprende para garantizar la validez de los alumnos a la hora de enseñar esta disciplina y toda la responsabilidad que ello comporta.
