El Ribadumia está atravesando por una paradójica fase de la temporada. La posición de descenso que todavía ocupa no se corresponde con la de un equipo que atraviesa por una racha de nueve jornadas sin perder y que además está generando más fútbol del que sus empates reflejan.

Y es que los de Luis Carro han cerrado en tablas siete de esos últimos nueve encuentros. Bien es cierto que en el casillero aurinegro se han quedado 13 de los últimos 21 puntos disputados, pero el extraordinario ritmo de puntuación de algunos de sus rivales directos en lo que va de segunda vuelta tiene mucho que ver en que el Ribadumia todavía ocupe una de las cuatro plazas de descenso directo.