El domingo en A Lomba toca el ser o no ser en lo que a la catalogación definitiva del Arosa como aspirante de facto al play off de ascenso. La evolución de la temporada, sobre todo de las últimas semanas, ha conferido al duelo ante el UD Ourense la condición de determinante para el devenir próximo de los vilagarcianos.

Sabedores de la importancia de los tres puntos en cuestión, la directiva presidida por Manuel Abalo ha declinado la posibilidad de decretar medio día de club en aras de fomentar la asistencia a las gradas de A Lomba priorizando en esta ocasión lo deportivo sobre el apartado económico. "El equipo necesita todo el apoyo posible. Es un partido básico para seguir mirando hacia arriba porque nos pondríamos a cuatro puntos de la cuarta posición con nueve jornadas por jugarse".

El propio Abalo está convencido de que el equipo puede olvidar lo sucedido en A Malata y repetir la prestaciones dadas ante otros rivales de campanillas como recientemente ante Compostela y Bergantiños, "creo que lo de Ferrol nos valdrá como lección para recordar que siempre hay que estar a tope y más ante rivales que si están arriba. Ellos acaban de perder tres seguidos también, así que seguro que van a salir a darlo todo".

De ello son también muy conscientes en la ciudad de As Burgas. Las tres derrotas consecutivas con las que llegarán a Vilagarcía han hecho tambalear sus posibilidades de alcanzar el objetivo para el que el equipo fue diseñado. El Alondras se ha situado a solo tres puntos y el Barco a cuatro. Por detrás aparece el equipo de Rafa Sáez que, en caso de triunfo, se situaría a cuatro puntos y además se apuntaría el coeficiente de desempate entre ambos tras las tablas que se registraron en O Couto (1-1) en la primera vuelta.

Un rival hecho desde atrás

A la necesidad del partido para ambos contendientes, el Arosa sabe que tendrá que hilar fino ofensivamente ante un UD Ourense que destaca en materia defensiva por encima del resto de rivales de la categoría.

Pese a que en los tres últimos encuentros encajó siete goles y no ha visto portería, el equipo de Fernando Currás sigue manteniendo la condición de menos goleado de la competición. Casi la cuarta parte de los 24 goles permitidos en lo que va de liga llegaron precisamente en esas tres últimas citas con Silva (0-2), Paiosaco (3-0) y Compostela (0-2) como verdugos.

Tal es su control de los partidos a partir de su solidez defensiva que el UD Ourense ha sido capaz de dejar su puerta a cero en 14 de los 28 encuentros disputados. Un extraordinario logro que ha servido para optimizar una menos prolífica producción ofensiva que queda patente en los 34 goles totales. Una marca que le sitúa como el duodécimo equipo en la clasificación en esta materia y que enfatiza su marcado acento defensivo.

La presencia del contrastado Pato Guillén en portería es una de las bazas que maneja el conjunto ourensano. Precisamente, el portero menos goleado de la competición tendrá un especial duelo con Alassane Sylla, máximo goleador de la categoría con 20 tantos en la que puede ser una de las claves en un partido en el que el empate es el resultado que no vale a ninguno.