El Gran Peña hizo añicos la pizarra de Isidro Barbeito en el primer minuto de partido. Fue en la primera llegada de los vigueses al área con un balón aéreo que Garrido no acertó a resolver con contundencia en su salida, dejándolo muerto a la altura del punto de penalti para que Riveiro empujara a la red.

Pese a sus limitaciones el Dena llegó lo suyo por banda derecha. Sólo la controvertida vara de medir del colegiado en las jugadas de centro de campo les acabó exasperando por momentos . En el último cuarto de hora Isidro Barbeito bajó a Oubiña a la media punta para entrar en contacto con el balón, recurriendo a colocar a Portela como delantero centro, y llegaron los mejores minutos del Dena.

Táboas aprovechó un balón que le llegó al borde del área para patearlo al travesaño, y poco después él mismo cabeceó franco en el primer palo un saque de esquina que picó abajó yéndose rozando el palo. Fue un momento trepidante, en que el Gran Peña dispuso también dos ocasiones claras, primero por medio de Rafael en un contragolpe que frustró Borja, y luego por medio de Kevin al rematar de cabeza en el segundo palo el córner resultante. Al filo del descanso, la última, del Dena, un disparo de Giao desde fuera del área que repelió Andrés con una buena mano.

En el segundo tiempo el Dena no recuperó ya aquel nivel. El efecto Oubiña en la media punta se diluyó y al equipo le fue faltando oxígeno y convicción, quedando a expensas del Gran Peña. Solo le cabía a los meañeses apelar a un golpe de fortuna en una acción aislada que no llegó. No había alternativa en el banco para mejorar el once y el Gran Peña lo certificó en una contra llevada por la izquierda con un balón aéreo que llegó al lado opuesto a Rafael, que encaró batiendo a Garrido con un disparo que el portero tocó, pero que no evitó que llegara a la red.

Ni la defensa de tres, colocando al central Abal como delantero centro a la desesperad, sirvió para inquietar al Gran Peña que suma y sigue, mientras los meañeses encadenan una cuarta derrota.